Economía social y solidaria


Economía social y solidaria
Joaquín Escobar
Ediciones Amaru, 2010
Ensayo, 80 pp.

por Rubén Sacchi

El estudio del lenguaje nos muestra que dos palabras, cualesquiera, pueden combinarse para conformar una oración. No obstante, la práctica muchas veces nos enseña la dificultad o imposibilidad de hacerlo.
Desde hace varias décadas, hay palabras que se divorciaron y las frases que las agrupan pasaron a ser un oxímoron. Así, la palabra economía jamás podría adjetivarse de social y, mucho menos, solidaria.
Pero como se sabe, el lenguaje es algo dinámico, que se adapta a los tiempos y realidades de los grupos que lo hablan. Por ello, en homenaje a la utopía y la movilidad de la historia, Joaquín Escobar retoma esa función primera de la economía en este ensayo que analiza la transformación que se viene dando en los procesos de producción, sobre todo a través de la recuperación de empresas por parte de los trabajadores y el rol del Estado en este nuevo tipo de relación laboral.
De este trabajo escribió el Embajador Eduardo Sigal: “Todo el texto transmite pasión militante, compromiso social y un gran esfuerzo teórico de análisis que lo convierte en una gran herramienta política”.

Tomás y el espejo


Tomás y el espejo
Diana Sánchez
Edición de autor, 2010
Cuento, 16 pp.

por Rubén Sacchi

Un niño, en el duro proceso de aprendizaje, muchas veces genera una relación particular con el espejo, lo que en psicología se llama “el mudo”.
En la historia de Tomás, el espejo es un elemento recurrente y cómplice, que lo ayuda a crecer e identificarse hasta lograr afirmarse a sí mismo y sentirse, en alguna medida, independiente.
El cuento, compuesto de media docena de pequeños relatos, refiere la vida de un pequeño desde sus primeros meses hasta pasado el primer año, y atraviesa los hitos que lo van marcando: las reuniones familiares, las ceremonias religiosas, las vacaciones y sus primeros pasos.
Apela al recurso del lenguaje interior del pequeño, como si la barrera que separa la idea de la palabra fuese solo una cuestión de práctica y su manejo le viniera dado desde el alumbramiento.
De esa manera, nos cuenta en primera persona lo que va sintiendo y qué cosas llaman realmente su atención. La mayoría de las veces, sus proyectos se truncan o fracasan por completo, pero una atmósfera de buen humor nos ubica en la supuesta mentalidad de quien tiene para lograr su cometido toda una vida por delante.

Poetas depuestos


Poetas depuestos
Autores varios
Editorial Punto de Encuentro, 2011
Poesía, 268 pp.

por Rubén Sacchi

¿Qué tienen en común Leopoldo Marechal, María Granata, José María Castiñeira de Dios, Nicolás Olivari, Arturo Jauretche, Fermín Chávez y Alfredo Carlino? ¿y éstos, a la vez, en qué se relacionan a casi otro centenar de poetas? La respuesta es sencilla: todos son peronistas y alguna vez dedicaron sus versos a ese líder, su mujer o al movimiento que éstos representaban. Algo más importante que una iconografía visto que la historia argentina, del 45 a la fecha, se ve atravesada por eso que muchos consideran “un sentimiento” más que una ideología.
Esta antología que, a modo de subtítulo apunta “de poetas peronistas de la primera hora”, conlleva un valor superior: un trabajo de investigación exhaustivo que el poeta Gito Minore llevó a cabo en bibliotecas y archivos pesquisando los autores que la conforman.
Seguramente no se encontrará un nivel literario parejo. Muchos de los poetas fueron simples aficionados motivados por una pasión, sin embargo, cada uno de ellos conformó una manera de pensar y sentir que hoy, gracias a este esfuerzo editorial, sacude el polvo con que el olvido, muchas veces de tufillo gorila, los había ocultado.

El precio


El precio
Andrés Rivera
Ediciones Razón y Revolución, 2011
Novela, 216 pp.

por Rubén Sacchi

Si hay algo cierto en estos tiempos, es que la política ha vuelto a ser tema de debate entre la gente y, lo que resulta más auspicioso, entre los jóvenes; pero es igual de verdadero que el nuevo discurso parece ir en una sola dirección como si el paradigma hubiera mudado y, a la vez, resultara incuestionable.
Es mejor el exceso de aire que su ausencia, pero si ésta asfixia la otra, en una misma dirección, también ahoga y el resultado final sigue siendo el mismo: la muerte. Y cuando lo que se intenta oxigenar son las ideas, lo que muere es el pensamiento como factor cuestionador y constructor de la Historia.
En ese sentido hay que celebrar la aparición de la Biblioteca Militante, que la editorial Razón y Revolución lanza a las librerías en ediciones cuidadas y económicas que pondrán al alcance del lector crítico, 250 títulos divididos en cinco colecciones: Historia Argentina; Arte y Filosofía; Básicos del Socialismo; Problemas Contemporáneos y Literatura en Acción.
Esta última incluye obras casi inhallables, como la que nos ocupa, primera novela de Andrés Rivera de la que el autor casi reniega, pero que aporta una visión acabada del sindicalismo y las relaciones laborales del período pre y post 1945, año en que las masas movilizadas llevan al poder al, entonces, Coronel Juan D. Perón, todo expuesto en un marco social no excento de pasiones humanas, donde lo mejor y lo peor de ellas se evidencia. El trabajo sobre el diálogo interior de los personajes acerca una interesante visión de la psicología de los diferentes actores y la derivación en sus actos.
Hay párrafos memorables que grafican maravillosamente la alienación del obrero en un sistema de producción capitalista: “Son las ocho de la mañana. Dentro de seis horas termino el turno. Seis horas más tendrán estas paredes, seis horas más de electricidad en el reloj, treinta metros más de tela; (...) seis horas se habrán desvanecido en el tiempo, en mis venas, (...) en las venas del mundo”. Y ¿qué sociedad puede construirse bajo ese sistema que genera desasosiego y angustia en sus habitantes?: una violenta e insolidaria, y Rivera la pincela así: “Un hombre iba a morir en Buenos Aires. Un hombre. Apenas eso: un hombre. ¿Cuántos mueren, desaparecen, son devorados por la ciudad, en silencio, sin ruido, sin protesta?”.