Por culpa de la nieve

Por culpa de la nieve
de Alfredo Staffolani
Timbre 4, México 3443 – CABA
Domingos 17:00 hs. Hasta el 29/4/2018

por Eva Candendo


La escena transcurre en un lugar impreciso de Europa, durante un crudo invierno, en una casa bajo cuyo techo convive una familia, dos hermanos, una hermana, todos adultos, dos de ellos con sus respectivas parejas, y un padre recién salido de la cárcel. La nieve cae detrás del cristal de la ventana, pertinaz e impiadosa. Adentro, los personajes desgranan sus conflictos como un rosario de desdichas que juegan una y otra vez y de los que pareciera no quieren salir. Aquello que desata la acción es confuso, no se explica bien qué ilícito cometió el padre del que resultó víctima el yerno, pero esto desencadena la salida a la luz de insatisfacciones y miedos, de la hipocresía y el ocultamiento para continuar con la vida cotidiana, y mantener a la sombra los deseos más recónditos y quizá vergonzantes de cada uno. Los diálogos son la arena en la que se debaten esa necesidad de resolver y a la vez la máscara en la que se esconde. El racconto es el recurso narrativo elegido para la dramaturgia, del final de la historia hacia atrás, razón por la que sabemos de entrada que seguirán encerrados dentro de sí, dentro de la casa, echándole la culpa a la nieve, porque el que sale pierde (Adolfo tiene un accidente) o escudándose en la religión anglicana que profesan y que dos personajes femeninos se empeñan en remarcar. ¿Se puede detener la vida en una fotografía, la mejor de todas, la que más guste, para quedarse en ella y no enfrentar la realidad? Es imposible, y eso los hace dar vueltas como ciegos hasta que aparece alguien de afuera, que desequilibra aún más a algunos y otros lo toman como tabla de salvación, lo que les da respiro por unos instantes. Como corolario, uno de los personajes dice que la asusta todo lo que hay que recordar, remarca: “No hay nada peor que la memoria”.
Las actuaciones son acertadas. Para destacar es la música incidental en vivo, que marca los climas
otorgándoles mayor intensidad. Muy buenos los diseños audiovisual y lumínico, y el escenográfico, que aprovechó los desniveles del lugar, brindando dinamismo a la escena.
Alfredo Staffolani es un joven dramaturgo argentino con una sólida formación, de la mano de maestros
como Alicia Steimberg, Rafael Spregelburd y Alejandro Tantanian, entre otros, experiencia que, sumada
a su talento, le permite desplegar una variedad de conflictos, desde los de la más pura intimidad hasta
los sociales, de manera dinámica y consistente, poniendo en duda, como muletilla jocosa, que haya teatros en Argentina donde, afirma: “el capitalismo arrasó con todo”.


Elenco:

El padre: Alejo Mango
Adolfo: Nicolás Balcone
Blas: Juan Castiglione
Cristina: María Eugenia LópezWilly: Andrés Rossi
Katia: Laura Santos
Ruth: Paula Staffolani

Equipo:

Producción general: Fabio Petrucci
Asistente de Dirección: Julián Merensztein
Diseño de Vestuario: Laura Staffolani
Diseño Audiovisual: Valentín Piñeyro & Ailín Formia
Diseño Lumínico: Claudio del Bianco
Diseño de Escenografía: Esteban Siderakis
Diseño Sonoro: Adolfo Soechting
Diseño Gráfico: CHACO
Dramaturgia y Dirección: Alfredo Staffolani
Prensa: Marcos Mutuverría

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