Querida mamá o guiando la hiedra

Querida mamá o guiando la hiedra
de Laura Yusem
sobre cuentos de Hebe Uhart
Patio de Actores
Lerma 568, CABA
Sábados, 21hs.

por Rubén Sacchi

La hija ensaya una improbable carta a su madre por tercera vez, la primera no le gustó, la segunda la perdió. Dice que siempre hace dos cosas a la vez, como su madre sugería y ella detestaba cuando era pequeña; y sí, ahora lo hace hasta en cada palabra, cargadas de esa dualidad amor-odio, tal vez la condición sine qua non de las relaciones humanas.
¿Cómo se puede borrar un pasado que pesa? ¿a baldazos de agua? ¿conjurándolo? la hija lo intenta de diferentes maneras, reivindica su antigua rebeldía pero asume su presente condicionado de mandatos.
No hay aquí tremendos complejos ni psicopatías, no encontraremos conductas suicidas sino el crecimiento de una sutil aceptación, como la de una planta adherida a la vara tutora. Al respecto, dijo la autora: "No busco hacer costumbrismo ni el relato de una “familia disfuncional” (tan de moda), sino adentrarme en la espesa opacidad de los hechos de la vida cotidiana, el devenir afectivo que tan certeramente observa y trasmite esta autora. Mi propósito es -siempre a través de fragmentos- rendir homenaje a la perturbadora ensoñación que sigue uniendo las voces y los cuerpos de una madre muerta y una hija que la evoca".
Con muy buenas actuaciones y una puesta original, esta magnífica pieza recrea la tremenda carga que conllevan las palabras en la relación materno-filial. Yusem logra una buena adaptación de la obra de Hebe Uhart.

Adaptación y dirección general: Laura Yusem
Asistente de dirección: Julia Cuevas
Elenco: Julieta Alfonso (Hija), Martha Rodríguez (Madre)
Pintura: Norma Kichy Gatti
Diseño grafico: Diego Alonso
Fotografía: Marcela Gabiani
Operación de luces: Matías Bugueño
Operación de sonido: Julia Cuevas
Diseño de iluminación: Marco Pastorino
Espacio escenográfico: Laura Yusem
Música original: Cecilia Candia
Prensa: Simkin & Franco

Desear y tener


Desear y tener
Juan M. González Moras
Libros de La Talita Dorada, 2008
Poesía, 40 pp.

por Rubén Sacchi

Desear y tener es un ciclo cerrado, satisfecho, pero ¿cuál es el trayecto entre uno y otro punto? ¿cuán largo y difícil? Juan M. González Mora recorre el camino que separa ambos hitos de la mano del amor y un sin fin de planteos existenciales.
El amor es la línea directriz de su trabajo y abarca ambos extremos: deseo y posesión. Pero el sendero no es un jardín de rosas; el poeta, para alcanzar su meta, se interpela angustiosamente: "cuando / cada despertar es el tiempo / cuando el tiempo es el ocaso y no hay más eternidad / que el ocaso // (y quizá por eso corramos tanto hasta morir)", adopta las apariencias y disfraces necesarios para andar esa senda hostil que es la vida: "si tengo que disfrazarme como se disfraza el mundo / para / parecer lo que quiere lo que tiene lo que puede parecer", para alcanzar, al fin del único y largo poema que integra este libro, la sabiduría indispensable del propio conocimiento, del ser auténtico. Tal vez, la única manera de lograr los objetivos propuestos.

Gritos en mis ojos


Gritos en mis ojos
Ivana Szac
Ediciones de La Cultura, 2009
Poesía, 72 pp.

por Rubén Sacchi

Gritar los ojos. Semejante metáfora implica mucho dolor visto aunque, teniendo en cuenta la edad de la poetisa, debe advertirse gran poder de observación y elevada sensibilidad. No es un hecho caprichoso, la realidad no da para menos, pero es el artista quien debe poner la angustia en el lenguaje humano, para que pueda decirse, nombrarse lo inenarrable y así conjurarlo.
La poesía en Ivana Szac no incluye anestesia, sus palabras son frescos de la realidad que cada día golpea con dureza las barriadas pobres del Gran Buenos Aires: "Ellos / todas las mañanas / beben angustias de pan..." y vaya a saber qué culpas, propias o ajenas, intenta redimir a través del sacrificio: "La poesía en mí / como los clavos en las manos de Jesús".
Hay muchos tipos de poesía: las hay que acarician con efecto balsámico las almas cansadas; las que imprimen un ritmo frenético en nuestro cerebro; las que nos llevan al interior de paraísos y de infiernos... pero, en el caso que nos ocupa, este es un libro cuyas "... palabras marcan / como una herradura caliente / la piel de la historia".

Los mil días del adelantado


Los mil días del adelantado
Jorge A. Colombo
Ediciones Fundación Victoria Ocampo, 2005
Relato, 222 pp.

por Rubén Sacchi

“En una tierra cava y empantanada, donde abundaban mosquitos que apenas dejaban reposar”, que hoy está a pocas cuadras del Puente Uriburu o Puente Alsina, ubica el historiador Guillermo Furlong aquella vieja Ciudad de Buenos Aires que fundara Pedro de Mendoza.
De esos parajes y aquellos tiempos, se desgrana un conjunto de relatos que avanzan hasta días más cercanos, pero siempre manteniendo como centro el escenario porteño.
El escritor Vicente Battista lo define como “un libro que ha sido armado con la sabiduría y la habilidad de un narrador que sabe cómo contar los hechos históricos”. Sin embargo, tales acontecimientos de nuestro pasado son presentados en un contexto fantástico que puede llevar al protagonista a trasponer las barreras del tiempo y el espacio. Colombo también arriesga situaciones de futuros alternativos, los que sabemos tan relativamente posibles como el número de combinaciones que las circunstancias hubiesen permitido, vale decir: infinitos.
Sus interesantes narraciones recorren gran parte de los momentos fundacionales de nuestra patria, recreándolos de manera amena y novedosa.