Gud Nius

Gud Nius
Carlos Alvarez de Toledo
Ediciones Deldragón, 2016
Periodismo, 88 pp.

por Rubén Sacchi

El material que compone Gud Nius, periodismo de autor, más que de noticias, se integra de comentarios acerca de acontecimientos de la realidad cotidiana, unas veces cándidos, otras ácidos, pero que invariablemente intentan aportar una pizca de humor y de absurdo a la dura realidad que sobrevino a la Argentina, deslizando sutiles críticas al actual gobierno.
En la contraportada advierte, con fina ironía, su contrapropósito: “Estamos convencidos de que alcanzaremos uno de nuestros objetivos principales: evitar ser de consumo masivo”.
Frases como “La importancia de las barreras en este juego nos marca la tendencia al proteccionismo del país en que vivimos”, en una nota deportiva; “Los estudiantes avanzados de segundo año actuarán como trapitos, actividad que será considerada una pasantía”, en la sección Educación y Tecnología ó, en la de Política, y acerca del sistema electoral y la representación parlamentaria: “Se propondría que en el ejercicio de la presidencia participe el voto en blanco. ‘No es democrático que quien obtuvo el 51% de los votos gobierne el 100% del tiempo’”.
También aborda la cuestión económica, como en una remake de lo peor del neoliberalismo menemista, anuncia Adiós al peso: Llega el dólar argentino, y en el cuerpo del informe, declara: “Como forma de buscar mayor aceptación para nuestra divisa en el mundo, el billete de cien llevaría a Benjamín Franklin”.
Con esta y otras secciones, Gud Nius da un pantallazo humorístico acerca de la realidad y propone otra manera de enfrentarla, con decisión de cambiarla y hacerla más humana pero, sin lugar a dudas, con una sonrisa.

Ramona

Ramona
de Melina Forte
Mimoteatro Escobar Lerchundi
Defensa 611, C.A.B.A.
por María Antonacci García

Afines de los 60 Antonio Berni concibió a Ramona Montiel quien, según sus palabras, era “de la General Paz para el lado del centro. Puede ser de Pompeya o Villa Crespo. Ramona es la "milonguita", la "costurerita que dio aquel mal paso, imágenes de Carriego y también ciertos personajes de Borges” poniendo en evidencia con ella y sin juzgar, la realidad de la mujer a quien no tocó la varita mágica de la fortuna y que para luchar día a día por la supervivencia puso su cuerpo en juego.

El pasado 3 de junio y en coincidencia, no casual, con las marchas que se realizaron en todo el país con el lema NI UNA MENOS, se estrenó Ramona, de y por Melina Forte. La historia que cuenta es la de una chica dulce e inocente que va a la ciudad con la frescura de su juventud y la seguridad de poder remontar la pobreza con la fuerza de su trabajo. Ella cree y confía, pero alguien se apodera de su cuerpo como de un
objeto, como una mercancía a su servicio y transformará su vida. A Ramona no le hacen falta palabras para transmitir el cambio que se produce en ella, de la muchacha esperanzada del comienzo a la que lucha por su libertad, el incremento de la tensión dramática a medida que transcurre el tiempo pone en vilo al espectador.
Dice Foucault que “el cuerpo está también directamente inmerso en un campo político; las relaciones de poder operan sobre él una presa inmediata; lo cercan, lo marcan, lo doman, lo fuerzan a unos trabajos, lo obligan a unas ceremonias, exigen de él unos signos". El cuerpo se valora como un instrumento productivo y a tal fin se hace caer sobre él su peso perverso. Desde su cuerpo torturado Ramona interpela sobre el dominio del hombre que la fuerza para quebrarla, para que sea una dócil muñeca que cumpla con sus deseos, desvalida víctima de su mando y de la hipocresía de los clientes, que pasan uno a uno por su lecho de esclava.


Ramona transita la poética de la inocencia, de la decepción, de la angustia y de la rabia debido al extraordinario trabajo de Melina Forte, quien luce sus cualidades de actriz, mimo y bailarina, desdoblándose en los personajes de víctima y victimario, realizando una labor plena de fuerza e interioridad.
Hacia el climax, la música adquiere un protagonismo especial, representando el quiebre de la voluntad del pesonaje en la repetición de No me arrepiento de este amor, cantado por Gilda, una y otra vez, a la manera de un viejo disco rayado, acompañado en esa vorágine por el cuerpo de la actriz.
El trabajo de las luces y el sonido completan y terminan de dar forma a la obra, logrando los climas necesarios para las diferentes situaciones.
Por todo lo dicho y porque la trata es una de las más terribles formas de violencia de género, Ramona es altamente recomendable.

Ficha:

Actuación, Guión y Dirección: Melina Forte
Visuales, Sonido y Producción: Jesica Grecco
Música: Carolina Castellani
Iluminación: Stefany Briones Leyton y Sebastián Coronel
Vestuario: Eva De Bartolo
Prensa: Eva Candendo

La isla escrita

La isla escrita
35 poetas cubanos (2000-2015)
Norma Etcheverry (Selección y prólogo)
Editorial Universitaria de La Plata, 2015
Poesía, 120 pp.

por Rubén Sacchi

Que los cubanos son prolíficos en las artes es algo bien sabido. Nadie desconoce los maravillosos sones que hacen sacudir la isla entera y a todo aquel que se le anima, ni tampoco puede alegarse ignorancia acerca de José Martí, Alejo Carpentier o Nicolás Guillén, pero más allá de Silvio y Pablo ¿quiénes integran el semillero de la Nueva Trova? De la misma manera que esa difusión es acotada a cierto grupo, quizás por inevitable, los jóvenes escritores cubanos son cubiertos con un discreto manto de negación.
La geografía insular y la escasez de medios de comunicación son el motivo aparente, pero hay una falta de interés en el mercado editorial que supera cualquier especulación. De esa manera, su palabra nos llega a través de verdaderos exploradores de talento, que abordan la encomiable tarea de la difusión.
La isla escrita es apenas una muestra del vasto universo literario cubano que prolifera y se multiplica en cada rincón de la isla, rompiendo muros con cuanta herramienta de propagación hallen a mano.
Esta antología, presentada en la última Feria del Libro de La Habana, es material imprescindible para comprender la visión particular de una sociedad que eligió vivir el socialismo.

Madre noche

Madre noche
Kurt Vonnegut
La Bestia Equilátera, 2016
Novela, 240 pp.

por Rubén Sacchi

Esta reedición reafirma al autor no sólo en su carácter de gran escritor, sino también en el de cuestionador de los paradigmas sociales. La humanidad se autoinflige el más tremendo flagelo, que es la guerra. Ésta, tras un real motivo económico que la desata, provoca y evidencia otras cuestiones, no menores, que ponen en tela de juicio la primacía inteligente de la especie. Una de las más generalizadas es la xenofobia y la discriminación en sus diferentes formas. Quizás, la que más se instaló en el imaginario colectivo fue la que el nazismo encarnó contra los judíos, pero hablo de instalada, porque en esa misma arremetida fueron también masacrados judíos, negros y homosexuales, aunque quienes dejaron más vidas fueron los comunistas, sin importar su credo.
Madre Noche habla de esos crímenes, pero desde un tiempo diferente: el de la guerra fría. También lo hace desde un lugar diverso: el espionaje y contraespionaje como generadores de políticas contradictorias, que lejos de auxiliar a las víctimas las utilizaban como corderos sacrificiales, necesarios para lograr el triunfo final sobre el enemigo.
Kurt Vonnegut fue reclutado como soldado en la Segunda Guerra Mundial, de esa experiencia, seguramente, proviene su literatura antibélica y humanista. Como prisionero, asistió al bombardeo de la población civil de Dresde por parte de las fuerzas aliadas con un saldo de 135 mil muertos, dos veces las víctimas de Hiroshima. Eso explica frases como “la guerra debe ser muy sexy para los americanos”.
Otros tópicos de carácter bélico, por demás actuales, se cuelan en estas páginas, como la posición de Israel respecto de Palestina, así un soldado sionista relata como Jasor, ciudad palestina 19 siglos aC, es capturada por el ejército israelita, masacrados sus 40 mil habitantes e incendiada y luego agrega: “¿Dónde está el mal? Es esa gran parte de cada hombre que quiere odiar sin límites, que quiere odiar con Dios a su lado”.
Vonnegut desgrana definiciones que golpean, como nombrar a un campo de concentración como “un centro de salud para judíos” pero también se detiene en escenas que reconfortan, como la relación de una mujer con su perro: “Mientras (...) lo acariciaba, los ojos castaños del animal se dilataban con la ceguera del éxtasis. Cada fibra de su sensibilidad se acomodaba como un dedal a los dedos que lo mimaban”, lo que no deja de ser un pequeño atisbo de esperanza.

La eternidad de la rosa

La eternidad de la rosa
Gabriel Moschitta y Laura González Roma
Hojas del Sur, 2016
Novela, 224 pp.

por Rubén Sacchi

Para acercarnos a la historia debemos preguntarnos qué es la eternidad, esa enorme entelequia creada por el hombre para definir lo inasible de la existencia.
La eternidad de la rosa propone una perpetuidad en la trascendencia, retomando la vieja creencia oriental de la rueda de la vida en la que las almas se perfeccionan en cada giro.
Los autores abordan la experiencia literaria como algo lúdico, recreando de manera fantástica algunas experiencias esotéricas y científicas en el plano del más allá.
El pesonaje central es Omar, un joven que sufre una posesión diabólica y es tratado por el parapsicólogo Fabio Zerpa, famoso por sus teorías acerca de seres y naves extraterrestres, que tuvieron auge en la década del 70.
La historia propone diferentes visiones de lo perenne y desarrolla una visión de la espiritualidad alejada de los esquemas con que nos rodea esta voraz modernidad.
Historias de amor y desamor dan marco a la temática central y nos pasean por el pasado de la mano de la sofrosis cuántica, método de hipnosis regresiva desarrollado por Zerpa.