Los días sin López

Los días sin López
Luciana Rosende y Werner Pertot
Editorial Planeta, 2013
Ensayo, 344 pp.

por Rubén Sacchi

A poco de haberse hallado el cuerpo del joven Luciano Arruga, desaparecido desde el 31 de enero de 2009 a manos de la policía bonaerense, vuelve a cobrar fuerza la exigencia de “aparición con vida” de Jorge Julio López quien, lamentablemente, permanece en esa condición desde septiembre de 2006.
Ambos hechos no resultan únicos ni aislados. Se engarzan en una cadena de episodios de violencia institucional de diversa índole, que incluye torturas, ejecuciones sumarias y armado de causas, entre otros, que reviven lo peor del terrorismo de estado y ponen en tela de juicio la efectividad del proceso democrático como estadio pleno de derechos y garantías ciudadanas.
Los autores, ambos jóvenes profesionales del periodismo, exponen un grado de compromiso destacable y llevan adelante una investigación que, por momentos, recuerda a la inquisidora pluma de Rodolfo Walsh trazando las líneas de Operación Masacre. Han apelado a diversas fuentes, tanto testimoniales como documentales, dejando a la luz las graves falencias y anomalías existentes en las fuerzas de seguridad y el Poder Judicial.
Los días sin López es un trabajo preciso que sintetiza las carencias e intereses del poder político, más preocupado en mantenerse a flote que en afianzar la endeble democracia que lo contiene. Es también una visita guiada al universo de Franz Kafka: el terrible reino de la burocracia.
El ensayo, profuso en datos y referencias, posee sin embargo un ritmo que lo vuelve atrapante, cercano a la narrativa. El estilo no evita describir duras imágenes pero lo hace de manera seria, eludiendo la morbosidad a la que apelan otras obras que especulan con el efectismo.

La boca seca

La boca seca
Marcelo Carnero
Mardulce Ediciones, 2014
Novela, 184 pp.

por Rubén Sacchi

El excelente trabajo de Marcelo Carnero puede inscribirse en la literatura fantástica, con una historia trabajada de manera novedosa en la que se advierte una visión de nuestra historia que podría asumirse como circular, ya que su desarrollo se intuye en el futuro pero se da en un escenario que bien podría pertenecer al Buenos Aires colonial. Claro que también cabría entenderla como una descarnada metáfora del presente.
Lírica y narrativa se dan la mano para elaborar un texto atrapante. Imágenes como “El viento corría por las calles del pueblo, (...), sin llevar voces en su lomo”, llenan de poesía una ficción caracterizada por la dureza de las situaciones y la crueldad de sus personajes.
La pampa dejó de ser “la despensa del mundo”, pero no abandonó sus peores prácticas. Allí, la peste se mezcla con la tortura y la esclavitud mientras los hombres buscan trascender, ocupar un lugar en la historia, pese a saber que no saldrán vivos de ella.
La guerra, ese deporte favorito de la humanidad, atraviesa la crónica y deja la idea de que, en el porvenir y pese a ser convencionales, las confrontaciones no serán eliminadas.
Con una mezquina oferta de información, la novela avanza escamoteando datos para dejar siempre la duda de saber qué acontece en realidad, qué buscan los protagonistas y a dónde encaminan sus vidas, que desarrollan en mundos construidos desde un aparente vacío interior, en un paisaje del que “para salir hay que llenar una ausencia”.