El convite de Lola Mora


El convite de Lola Mora
Amanda Patarca
Deldragón, 2008
Teatro, 114 pp

por Rubén Sacchi

La imagen de Lola Mora apoyada en la balaustrada que da al río y una voz que dice: “Cada tanto vuelve. Recorre los lugares en donde desplegó su vida”, dan comienzo a esta pieza de teatro que, a través de un ágape imaginario, expone la imagen de esta mujer de carácter y creatividad notables, atributos ambos que parecieran estar moldeados con la consistencia del mismo material pétreo que usaba para sus figuras.
El banquete, al que Lola ha convocado para dar paz a su alma (o para reafirmar su inmortalidad) cuenta con la presencia de disímiles invitados, media docena de personajes que marcaron su vida. La nómina, a la que fueron cursadas tarjetas escritas con sangre, incluye a Baldomero Fernández Moreno, Gabriel D’Annunzio, Julio A. Roca, María Magdalena, Luis Hernández Otero, su ex esposo, y al mismísimo Demonio, quien no fue convocado directamente pero que, mediante un artilugio, se coló en la reunión.
El texto junta buena prosa con una visión personal de la historia íntima de la artista, pero resulta demasiado benigno con la figura de quien estuvo a cargo del genocidio aborigen, mal conocido como Conquista del Desierto.

La camisa hawaiana


La camisa hawaiana
Carlos Aprea
De la Talita Dorada, 2010
Poesía, 52 pp.

por Rubén Sacchi

El título de este volumen remite a un clima de alegría, festivo; de atmósfera cálida y sensual. Sin embargo, no bien abrimos su primera página, hallamos “el invierno” que “consume las derrotas”, y quizás haya que prestar atención a una vocal que, modificada, cambiaría por completo el significado de la frase. Sólo trocando la a por la e de consume, muy otro sería el mensaje.
Tal vez, para adentrarme en esas sutilezas de la escritura de Carlos Aprea, cuento con un comodín, tres líneas más que cualquier otro lector del libro, una dedicatoria de su puño y letra que reza: “Por las épicas que/ perduran en el corazón/ y serán parte del futuro”.
Esa épica la personifica un imaginario maestro que guía sus pasos para desandar las derrotas, para compartir con los compañeros de ese extraño viaje, sabiendo que “la verdadera confianza/ tiene los ojos abiertos”.
Este libro habla de pérdidas pero también de retoños, en el lento y trabajoso proceso de volver a amar. Cuando creemos que el “amor es una roca ajada”, de pronto una “mujer me rehace hombre” cuando “ella aire mis pulmones tiemblan/ ella mar surca mi barca/ ella tierra a labrar”.

adagios réquiems allegros


adagios réquiems allegros
Jeu Azarru
Arandurá Editorial, 2006
Poesía, 76 pp.

por Rubén Sacchi

Jeu Azarru es el pseudónimo de Juan E. de Urraza, poeta argentino nacido en la ciudad balnearia de Mar del Plata y que los vientos, o la vida, llevaron a residir en el vecino Paraguay. De esas tierras proviene el presente volumen de poemas, cuyo título remite al universo de la música y reúne la obra poética del autor hasta 2006.
En sus páginas encontramos in­quie­tudes espirituales sobre el hombre y su entorno. Una visión cósmica lo lleva a reflexionar: “No somos más que un planeta dando vueltas en círculos”. Ese tono metafísico recorre Adagios, su primer capítulo.
Réquiems está cargado de fatalidad. De atmósfera más intimista, nos habla de desencuentros amorosos e inequidades sociales: “y allí me di cuenta que/ a pesar de las barreras sociales,/ políticas, ideológicas o del idioma,/ de las creencias religiosas,/ (...)/ hay algo que unifica nuestros países.../ Y es que los pobres son todos iguales”.
Por último, Allegros asume un clima eufórico, como para elevar el espíritu con un final a toda orquesta: “y los pensamientos fluyen/ como la letra que emana de mi puño/ y como siempre lo viejo se renueva/ y los sueños se hacen realidad”.

Conjeturas sobre la escritura poética


Conjeturas sobre la escritura poética
Julio Bepré
Ediciones Ultimo Reino, 2008
Ensayo, 112 pp.

por Rubén Sacchi

Antes de comenzar la lectura del presente volumen debemos tener en cuenta el texto que, con el título de Descargo, el autor escribió a modo de advertencia. En él aclara que no pretendió un trabajo exhaustivo, ni la confección de un manual de instrucciones y sólo tuvo la intención de, mediante ideas y experiencias, generar disparadores motivantes para lectores y escritores.
En el capítulo Entidad de la lectura, Bepré afirma: “el hombre continuamente habla, incluso cuando no pronuncia palabra alguna” y a esa expresión vital se refiere, incursionando en los diferentes vínculos con la realidad que posee el arte en general y la poesía en particular, en tanto construcción de un paralelismo que interactúa con ella y la modifica.
El autor aborda las relaciones , o su ausencia, entre la lírica y otras cuestiones del pensamiento humano, tales como política y religión considerando, además, otras disciplinas inherentes a la literatura, como la traducción y la ­crítica porque, como nos recuerdan las palabras de Goethe: “Se llega a la poesía incluso a través del estudio de la mineralogía”.

El padre muere


El padre muere
Ana Emilia Lahitte
Editorial Vinciguerra, 2006
Poesía, 36 pp.

por Rubén Sacchi

La muerte del padre es lo más natural que puede acontecernos aunque no por eso menos traumático. El dolor ante la muerte es atávico; sin embargo, no terminamos de aceptar esa inapelabilidad. ¿Cómo enfrentar el trance, entonces? Mediante la catarsis de la palabra.
La autora exorcisa el desconsuelo mediante la poesía y lo hace de manera magistral y minuciosa, tanto, que los detalles nos llevan a participar del momento necrológico acariciados por el bálsamo de los versos.
Pocas veces lo terrible puede resultar bello, pasa sólo cuando ocurre esa maravillosa alquimia practicada por el arte. Lahitte describe la agonía: “Viejos olores/ músicas unciones/ se mezclan con sudor./ Sólo la muerte abierta/ huele a parto./ A humanidad./ A llaga cancelada”.
Esa lenta despedida produce una ruptura inevitable “Quien muere/ quiebra el tiempo de los vivos”, pero todo caos se equilibra, es ley natural que cada esquema se reacomode con las piezas restantes cuando “El vacío/ del pulso/ nos deslumbra./ Es la serenidad.// Ya nada existe/ sino esa extraña máscara/ dormida”.

A dónde van los muertos (Lado B)

A dónde van los muertos (Lado B)
de Grupo Krapp
Espacio Callejón
Humahuaca 3759, CABA
Jueves 3, 4, 10, 11, 16, 23, 30 de marzo y 6 de abril, 21 hs.

por Eva De Bartolo

¿Qué es la muerte? ¿qué se siente al morir? ¿hay otra vida después de la muerte? ¿cómo pensamos que vamos a morir? Todas estas preguntas que no tienen respuesta y otras, muchas, sobre el mismo tema se plantea y plantea al espectador el Grupo Krapp en éste, su nuevo espectáculo, entablando un diálogo que no tiene fin, donde cada uno de los interrogados trata de acercarse a un tema del que nadie tiene certeza alguna. No hay palabras, éstas no alcanzan para explicar la muerte, y el grupo intenta dar, si no respuesta, por lo menos una interpretación a través del cuerpo y el movimiento, en esta obra que refiere a otra que se está ensayando y que trata de la muerte.
Cuando no alcanzan las palabras para expresar lo inexplicable, el cuerpo puede llegar a articular la aceptación ante lo irreversible, pero también el deseo y la esperanza. Una vuelta de tuerca, no premeditada -pero que apareció y produce un efecto vital ante un tema que, generalmente, se prefiere evitar- es que mientras presentan este espectáculo, una de sus intérpretes, Luciana Acuña, que es además quien ejerce la dirección conjuntamente con Luis Biasotto, esté embarazada. Es la vida que resurge siempre, a pesar de todo, en medio de la angustia existencial y de este caminar hacia el inexorable fin.
Este es un destacado trabajo conceptual, en el que el grupo demuestra un certero conocimiento de su arte y solvencia profesional, con una coreografía ajustada y excelente manejo corporal. Muy buena la música y la integración de sonidistas en escena, con lo que desmitifican y exponen la trastienda del espectáculo, evidenciando el artificio de la actuación, la producción y sus mecanismos.



Creación GRUPO KRAPP: Luciana Acuña, Gabriel Almendros, Luis Biasotto, Edgardo Castro, Fernando Tur.

Dirección: Luciana Acuña, Luis Biasotto
Música original en vivo: Gabriel Almendros, Fernando Tur
Escenografía y vestuario: Mariana Tirantte
Asistente escenográfico: Gonzalo Córdoba Estévez
Iluminación: Matías Sendón
Dirección video y montaje: Alejo Moguillansky
Operación video en vivo: Alejo Moguillansky y Ignacio Masllorens
Sonido video y sonido en vivo: Rodrigo Sanchez Mariño y Gabriel Barredo
Imágen video: Agustín Mendilaharzu
Asistecia edición de video: Santiago Esteves
Entrevistados: Julián Tello, Gabriel Barredo, Horacio Barredo, Rodrigo Sanchez Mariño, María Villar, Alejandro Karasik, Nele Wohlatz, Luciana Kirschenbaum, Sebastián Lingiardi, Maitina De Marco, Ambra Maniscalco, Ivan Rudnitzky, Claudia Schijman, Natalí Claut, Gaston Claut, Nicolás Claut, Luis Fernandez Arroyo, Ema Fernandez Arroyo, Martín Sandoval, Guilherme Morais.

Las chicas de ahora lo hacen oral


Las chicas de ahora lo hacen oral
Autores varios
Zediciones, 2010
Poesía, 15 audiotextos.

por Rubén Sacchi

Este CD, atendiendo a su título, debiera hacer las delicias de los caballeros, y en efecto las hace, pero no solo; también logra dar placer a las damas, que disfrutan de esta completa entrega de lo más profundo que las chicas poseen: su poesía.
¿Qué tienen en común las rapsodas? Amén de su condición de género, todas apuestan a la producción independiente y, salvo excepciones, deambulan por Cuyo y los barrios porteños. Luego, no debe buscarse parentesco alguno entre sus artes orales.
Abordan diferentes temáticas y los diversos estilos de escritura y lectura conforman un delicioso caleidoscopio, agradable al oído y despabilador de ideas. Si debiéramos buscar un hilo conductor entre las diversas autorías, podríamos coincidir en la libertad creativa.
Las autoras son: Flora Nativa, Patricia Jawerbaum, Débora Benacot, Rocío Navarro, Meck, Violeta Percia, María García, Madame Barfly, Patrica Pietrafesa, Griselda García, Romina Freschi, Anahí Ferreyra, Dafne Mociulsky, Ledem y Luli a Secas.
Destacable el diseño y armado del art-book a manos de Meck, que incluye fotos y biografías de las autoras.

Estros perdidos


Estros perdidos
Rodolfo Virginio Leiro
Creadores Argentinos, 2011
Poesía, 108 pp.

por Rubén Sacchi


No es común encontrarse con un libro de poesía compuesto de sonetos, mucho menos que estos guarden una correcta estructura y puntillosa métrica; es inhabitual, salvo que hablemos del poeta Rodolfo V. Leiro, ese casi nonagenario escritor juninense, a quien ASOLAPO (Asociación Latinoamericana de Poetas, Escritores y Artistas) propusiera como candidato 2010 al Premio Nobel de Literatura.
De este prolífico autor escribe en el prólogo Nieves Lorenzo Córcoba: “Su poesía es un diálogo con el mundo que lo rodea, sincero, desgarrante, implicado en la sociedad, en la igualdad, en la paz, en la justicia...”, tópicos que uno descubre al sumergirse en la lectura.
Estros perdidos nos remite al celo del animal, vinculado a su potencialidad. La fuerza del verbo, no obstante, en el poeta no decayó, aún asumiendo el inevitable trance: “Cuando no quede nada de mi Nada”, rechaza a quienes auguran el cielo hipócritamente: “y arribando al final, premonitorio,/ me arrojen sin piedad al crematorio/ ¡prohíbo un vil repique de campana!”, para augurar: “me encontrarán quizás en el nectario,/ en mi predio de verso proletario/ que brincará en la página del libro”.