Literatura y Revolución

Literatura y Revolución
León Trotsky
Ediciones Razón y Revolución, 2015
Ensayo, 882 pp.

por Rubén Sacchi

La cubierta del libro lo declara de autoría de H. P. Lovecraft, más precisamente, el volumen de Caralt Editor de la novela El que acecha en el umbral. Dentro, la realidad es otra: es la edición de 1974 de Literatura y revolución, de León Trotsky, cuyo responsable fue El Yunque Editora.
Esa particularidad no obedecía a un error del encuadernador, se trataba de ejemplares que circulaban durante la dictadura y eran más permeables a una requisa rápida.
Por entonces, ese era el volumen accesible, ya que la edición de Jorge Alvarez, si bien cercana en el tiempo, era casi una rareza. Con la vuelta de la democracia hubo algunas otras versiones pero todas mantuvieron, más o menos, el mismo contenido. Eso hasta la aparición del presente libro, un trabajo exhaustivo de investigación y sumo respeto por la obra del revolucionario ruso.
No es un dato menor a tener en cuenta que esta traducción haya sido hecha directa del original ruso, y mucho menos lo es el hecho de que se haya reproducido su totalidad, incluyendo una segunda parte, obviada en absolutamente todas las ediciones anteriores en nuestro idioma. En la Nota preliminar, escribe Alejandro Ariel González, su traductor: “una mirada atenta nos permitiría constatar que es más bien poco lo que conocemos sobre Literatura y revolución. Por descuido, por negligencia o por precipitación, las ediciones castellanas de este libro han ignorado (...) aspectos, que resultan fundamentales para el lector interesado en saber si está ante una traducción completa, fidedigna, confiable del original”.
Tenemos por fin a disposición un panorama completo de la visión que Trotsky tenía de la cultura en general y de la literatura en particular, con una puesta en contexto y el desarrollo histórico que las letras rusas atravesaron de acuerdo a que la pluma estuviese en manos de la oligarquía, la burguesía o el pueblo; y la importancia que esgrimían dentro del proceso revolucionario. Escribe el autor: “...el desarrollo del arte es la prueba suprema de la vitalidad e importancia de cada época”.
El trabajo incluye, además de un extenso estudio preliminar, una serie de artículos, notas y correspondencia desarrollados a través de su vida, muchos de ellos redactados en el exilio. Entre escritos sobre literatura, hay otros que tratan del cine o la pintura y hasta puede leerse el manifiesto Por un arte revolucionario libre, escrito en colaboración con el escritor surrealista francés André Bretón, como muestra de la diversidad de tópicos que la mente lúcida y ávida de conocimientos de Trotsky abordaba.

Perros

Perros
Patricio E. Torne
Editorial Revistas Callejeras, 2010
Poesía, 42 pp.

por Rubén Sacchi

Un epígrafe de Carlos Marx y Federico Engels define la poesía y la vida de Patricio Torne: “Si el carácter del hombre se forma por las circunstancias, hay que hacer, por consiguiente, que las circunstancias sean humanas”. Para la primera aseveración, sólo basta leer estos versos llenos de amor, lucha y esperanza; para la segunda, hay que echar una mirada a la vida del autor que, coherentemente con su palabra, dejó jirones en la lucha contra la explotación del hombre por el hombre, a la que históricamente son arrojados la mayoría de los seres humanos por una minoría inescrupulosa que detenta el poder.
Patricio Torne, miembro del P.R.T.-E.R.P., fue parte de aquellas gaviotas blindadas que las fuerzas represivas encerraron, entre otros, en el penal de Rawson, por enfrentar al ejército opresor. Aquellos militantes, por analogía con la sigla de su organización, fueron denominados perros y ¿qué mejor metáfora
para definir a quien ofrece su vida y su libertad sin pedir nada a cambio, que la del mejor amigo del hombre? esos que son “tan fieles a su condición/ que del respeto/ al amor por ellos,/ hay un solo paso”.
A través de las páginas describe la gesta guerrillera, con sus victorias y fracasos, sus penas y alegrías. Donde puede hallarse la actitud consecuente en perros a los que “tendrán que atarlos,/ porque hay cierta rabia/ con la que no hay/ vacuna que/ valga”, pero también “la traición” que “es más eterna que/ cualquier revolución”.
Su poesía, plena de pasión, describe el momento de la muerte: “Esta bala sólo atravesó mi espalda./ (...)/ Un hueco es ahora/ donde habré de perder/ el aire camino al purgatorio”, pero en ella también habla de todas las muertes, de la universalidad humana: “Nada más que a mí me afecta,/ y en mí -con toda humildad- al mas vasto universo”.
En una analogía cinematográfica, retrata la muerte en enfrentamiento de Mario Santucho, máximo dirigente de la organización: “En la escena final,/ antes de los créditos,/ donde tu partida/ será la marca/ diciendo/ cómo hasta el último instante/ es posible batir al enemigo”.
Perros es un libro que habla de una derrota, pero rechaza los cantos de sirena de la burguesía, declama: “ya no tengo claridad./ Pero si es por este hueso,/ no es el amo que yo quiero”.

Vida Retirada

Vida Retirada
Jorge Andrade
Umbrales Ediciones, 2014
Novela, 588 pp.

por Rubén Sacchi

El hombre entra a un baño público callejero supuestamente seguro, pero no sale. A partir de allí, mientras la esposa aguarda su regreso, él comienza una nueva vida.
Reza un proverbio árabe: “Si en la tierra hay un cielo, es éste, es éste, es éste”. Todos buscamos ese sitio, procuramos su hallazgo sin mayores éxitos... más insistimos. Ese era el horizonte de Paco, un castellano de Cuenca que no se conformaba con su destino pueblerino.
Cuando una persona provoca en su vida un cambio radical, no se sabe si lo que busca es aquel paraíso o huye de un infierno. Pero Paco, como el personaje del film del suizo Alain Tanner, El hombre que perdió su sombra, es un hombre felizmente casado, con dos hijos y un empleo no mal pago. Sin embargo, abandona todo eso para sumarse a un nuevo grupo de pertenencia, una troupe de marginados que viven en las catacumbas parisinas.
Escribía Fray Luis de León, en su Oda a la vida retirada: “¡Que descansada vida/ la del que huye del mundanal ruido...!”, claro que eso podría haber sido para un fraile del siglo XVI, en cambio, quienes hoy busquen ese paraíso, deben saber que allí habita la serpiente. Nada es perfecto, y el espacio y la tranquilidad deben disputarlo con los clochards, una legión de harapientos y malolientes cirujas, organizados casi al estilo de la mafia en un sistema kafkiano que pone una buena cuota de humor a la novela.
Por debajo de esta trama, hay un mensaje fundamentalmente ecológico, ya que plantea una vida medianamente disipada que se logra echando mano a los desechos de la sociedad capitalista. Es un verdadero canto al reciclaje. No sólo expresa esa realidad, también arremete contra el trabajo esclavo y las mafias de los laboratorios que especulan con el consumo de medicamentos.
En definitiva, una buena historia que atrapa, pero con un punto débil: el uso excesivo de otras lenguas que, si bien le procuran un clima cosmopolita acorde a las diversas nacionalidades que conforman el grupo, limitan el número de lectores que pueden acceder a una comprensión del texto sin la complicación de contar con varios diccionarios a mano.

Breve y verídico relato sobre tres décadas de convivencia con un pueblo neolítico

Breve y verídico relato sobre tres décadas de convivencia con un pueblo neolítico
Raúl Prchal
Ediciones Huayra Huasi, 2013
Novela, 48 pp.

por Rubén Sacchi

Lo dice su título, y no miente: el relato es breve y verídico. Lo uno, queda demostrado en el espesor del libro, pero lo otro, que para muchos puede ser una subjetividad, adopta visos de certeza para quienes conocemos personalmente a este particular personaje de las letras jujeñas.
Prchal pone en una historia y paisaje medievales una recreación de su propia vida, pero lo hace de manera atractiva al lector, que termina leyendo la trama con el mismo entusiasmo con que abordábamos las viejas novelas de caballería.
En el relato, un funcionario de la Corte Feudal de la Llanura se asienta en un pueblo, en apariencia, culturalmente atrasado.
Su establecimiento y el desarrollo de su vida social dan paso a una serie de peripecias, entre dramáticas y divertidas, que marcan los días del protagonista, quien enfrenta la disyuntiva de volver a la llanura, pero la rechaza.
El libro es casi un relato antropológico, con una descripción de aspectos y costumbres de los habitantes de la Puna (el pueblo neolítico). Una especie de glosario completa el volumen y lo hace más inteligible.
Buen ejemplo de edición autogestiva
para llevar la palabra a confines lejanos.

Por haber estado

Por haber estado
Antología
LuzAzul, 2014
Poesía y narrativa, 56 pp.

por Rubén Sacchi

El escritor y poeta Oscar Agú asumió una tarea loable: la difusión de la obra de colegas santafesinos y lo hace a través de la colección LuzAzul. Como otros tantos en sendas provincias o regiones del país abocados a esa tarea, pone en papel su palabra, que socializa con el resto de los mortales la producción local.
En esta ocasión son siete los autores propuestos, unidos, no sólo por la provincialidad, sino por la triste característica de haber abandonado la existencia, lo que paradójicamente reflejan los versos de uno de los antologados, Oreste Abbiate: “es el fin/ de un continuo/ morir,/ vivir”.
El volumen incluye seis poetas y un narrador, Gastón Gori. Su estilo, pleno de paisajes y costumbres, no deja de ocuparse de las iniquidades: “¿Usted cree que la tierra se puede decir que es de unos y de otros no?” declara en Nicanor y las aguas furiosas. Entre los vates, además, se cuentan otros cinco de los que, con el fin de tentar al lector, he seleccionado alguno de sus versos: Adriana Díaz Crosta, “con fe descobijada (…) puños masticando el aire”; Hugo Mandón, “no tener ya nada que hacer/ ni siquiera esperar”; Elda Massoni, “qué fragmentos mutilará la muerte,/ qué porciones de este vasto territorio de huesos”; Horacio C. Rossi, “somos toda la voz del mundo en silencio”, y Beatriz Vallejos, “La esperanza es la ausencia de toda certeza”.