Fiebre
Carlos A. Ricciardelli
Publicaciones del Sur, 2020
Cuento, 140 pp.

Por Rubén Sacchi

Hay quienes piensan en un libro como bloque de unidad temática. Seguramente los hay pero, en ocasiones, el hilván es más sutil y es lo que ocurre con el libro de Ricciardelli, donde un personaje o un hecho, como el estallido de una garrafa, hacen de nexo entre una y otra historia. Sin dudas, la conexión más fuerte que subyace es la denuncia de un sistema inhumano y depredador como fondo de estos cuentos: el capitalismo.

 En Constantino, la ineficiencia de una multinacional propicia el encuentro de una pareja que se imagina como “tiempos fértiles como los vientos de primavera”, en un escenario de pandemia.

 Matadero refleja en detalle el perfil y los intereses de la clase que, históricamente, detenta el poder económico y por ende el político. Desnuda los métodos de reproducción del status quo a través de la educación.

 Fiebre, transcurre en un circo y nos remonta a las apocalípticas imágenes de la Argentina en 2001.

 Insomnio es la historia de un trabajador que, luego de una semana de dura labor en la que apenas le recupera unas horas al patrón, se traga la vida en un fin de semana.

 Finaliza con Ellas. Una distopía en un futuro nada agradable, donde el sol ya no es fuente vida sino de muerte. En definitiva, un libro con planteos interesantes y buenas resoluciones. 

Voces a tiempo


Por el taller de experimentación del Grupo de Teatro Popular, Colectivo y Feminista de Bahía Blanca
Transmitido el 29 de mayo por la plataforma zoom

por Eva Candendo

En charla previa con Mariela Rígano, del Grupo de Teatro Popular, Colectivo y Feminista, se habló del taller de experimentación teatral, del que surgió Voces a Tiempo y que utiliza la estética del teatro del oprimido, creado por Augusto Boal el siglo pasado, alrededor de 1960, que tiene sus raíces en la filosofía de Paulo Freire.

 

Es éste un teatro social cuyo objeto es la desalienación del pueblo, inmerso en la sociedad que lo oprime y anula su capacidad de pensar y discernir. Desde su comienzo surgieron varias líneas de trabajo, según las necesidades que fueron apareciendo. Así, las más conocidas son el Teatro Invisible, que se realiza en la calle y no se reconoce a los actores; el Teatro Foro, en el que participa el público y el Teatro Imagen, cuyo objetivo es lograr encontrar las imágenes escondidas en lo que se ve, aquello no siempre evidente.Una herramienta para hacer una lectura crítica de la realidad que nos mantiene estáticos y dóciles ante el bombardeo permanente desde los distintos medios de comunicación. Esta última estética es la utilizada en Voces…

Este taller abierto de experimentación teatral está integrado por actores de distintos países latinoamericanos. Durante dos meses realizaron la investigación antropológica y luego lo pasaron por el cuerpo para sentir y transmitirlo de manera auténtica. Trabajaron una dramaturgia de urgencia, que diera lugar al debate posterior, recuperando el legado anarquista y también del viejo teatro independiente, cuyo objetivo de cambiar la realidad mediante la educación y el arte se realizaba con los elementos a mano, sin necesidad de lugares específicos ni vestuarios. Las escenas se filmaron y editaron sin entrar en falsas discusiones sobre si eso es o no teatro.

Las imágenes ofrecidas golpeaban al espectador, que veía en toda su crudeza la insolidaridad y la necesidad de cambio en los roles impuestos por el sistema. Por ejemplo, la de arreglate como puedas o la de los esclavos de la moda. Frases como es momento de buscar un cambio con coraje y desde adentro o el error es aguantar. Excelente trabajo coral, que se gestó en ocho encuentros de un grupo que no cedió a la frustración y trabajó con una gran circulación de energía, a pesar de las medidas sanitarias, en comunión desde la virtualidad, para lograrlo. El grito final, LIBERACIÓN Y RESISTENCIA, sintetizó lo actuado.

El debate posterior fue muy rico. Se habló de los cuerpos obedientes y encerrados, del control, del patriarcado, de la solidaridad y de la importancia del teatro como herramienta para ayudar a suturar la ruptura del tejido social que la pandemia ahondó.