Es lo que hay


Es lo que hay
Autores Varios
Babel Editorial, 2009
Cuento, 290 pp.
por Rubén Sacchi

Desde la desaparición del Centro Editor de América Latina, que marcó un inicio y una política, son muchas las editoriales que publican nuevos valores, sin embargo, pocas miran hacia adentro del país y apuestan a sus nuevos valores.
Esta antología recoge trabajos de la joven narrativa cordobesa. Sus autores rondan la tercera década de vida y son profesionales en diferentes disciplinas humanísticas.
Como bien dijo Elsa Drucaroff, a cargo de la presentación, los autores forman parte de la narrativa post dictadura que, contrariamente a lo que suele decirse, no está despolitizada, pero su mensaje abarca la exposición de los conflictos sin atinar propuestas que aporten posibles soluciones, lo que no necesariamente implica una actitud pasiva ante la realidad.
Veintidos hombres y dos mujeres integran el volumen, tal vez un indicador que haya que tener en cuenta a la hora de realizar un estudio que relacione literatura y género, pero a la de sentarse a disfrutar un buen libro lo que interesa es la calidad de su prosa. Y eso es lo que abunda.

Doce cuentos para leer en el tranvía


Doce cuentos para leer en el tranvía
Autores Varios
Univ. Nacional de Quilmes, 2009
Cuento, 328 pp.
por Rubén Sacchi

En tiempos de hipercomunicación, multimedios e Internet se hace difícil considerar la existencia de pacientes lectores, aguardando la aparición semanal de folletines que ocupen sus momentos de ocio y cubran sus espectativas culturales.
Sin embargo, en los albores del siglo XX y en nuestro país, cientos de personas acudían a esa alternativa, que tuvo su original expresión en La Novela Semanal que, entre 1917 y 1926 editó 450 relatos de factura nacional.
Hace algunos años, la UNQui, junto al diario Página/12 lanzaron una edición recopilatoria, pero el proyecto quedó a medias para reaparecer hoy en un excelente volumen, compilado por Margarita Pierini, quien además agrega una nota preliminar con interesantísima informaión.
Divididos en cuatro categorías, hay Relatos de la patagonia, de la inmigración, de anticipación y los agrupados entre la historia, la comedia y la novela sentimental, no sólo pueden leerse en tranvía, sino absolutamente en cualquier circunstancia.

Kuref Kushe, Tómalo y Flor de Corvette en Speed King

Sábado 20 de Junio de 2009

por Diego Luis Forte

Normalmente cuando alguien define la diversidad de forma positiva está mintiendo. O al menos intentando una justificación para evitar quedar mal con alguien en algún aspecto. Debo decir que definitivamente éste no es el caso. El show de Kuref Kushe, Tómalo y Flor de Corvette el 20 de Junio demuestra fehacientemente que es posible combinar sonidos completamente diferentes y lograr una totalidad contundente.
Abrir un show para varias bandas siempre es una tarea complicada. Kuref Kushe puede definirse no sólo por su sonido prolijo sino también (y quizás sobre todo) por su amabilidad. Verlos en vivo lo convence a uno de que una banda no necesariamente necesita una actitud ofensiva para comerse al público, sino que también hacerse amigo del auditorio puede rendir sus frutos. Es bueno recordar cómo suena el rock cuando comienza.
Tómalo es, en oposición, pura actitud. Aplastan todo lo que se les cruza por adelante, incluyendo por momentos a su sonidista y eso no siempre puede ser considerado un logro feliz, aunque esa situación puede revertirse pidiéndole al bajista que baje el volumen de su equipo de escenario. De cualquier forma la contundencia del buen hard siempre deja una marca.
El caso de Flor de Corvette es, acatando el concepto de pluralidad esgrimido más arriba, tangencialmente diferente: grandes músicos con un gran sonido y una gran actitud para una gran banda que realiza su primer show en vivo. Si los años sesenta dejaron música además de ideologías y experiencias fundamentales para formar el paradigma occidental tal como lo conocemos, Flor de Corvette lo entendió perfectamente. Una estética acorde con su sonido y buenas canciones que funcionan como declaración de principios hacen que el cierre sea inmejorable.
Tres propuestas diferentes para un todo compacto y completo. Una pluralidad que, a diferencia de otras, realmente suma.

Lash Out y Orquídea en The Cavern Club


Lash Out y Orquídea en The Cavern Club
Jueves 11 de Junio de 2009

por Diego Luis Forte

Hace alrededor de diez años leí en una revista especializada una entrevista a David Lee Roth en la cual él afirmaba: “…en materia de Rock ya está todo inventado, lo único que se puede hacer es reciclar de un modo piola…” Es posible que todo esté ya inventado porque las apuestas innovadoras son, por lo general, riesgosas y en la mayoría de los casos implican un arduo trabajo para cimentar su aceptación. En cualquier caso no abundan.
Ni Lash Out ni Orquídea representan una innovación, es más, revisan nuevamente una fuente altamente revisada, casi hasta agotada. Lejos de mostrar un sonido novedoso, ambas bandas se sumergen en la marea del pasado de forma violenta. Pero vayamos por partes.
Orquídea presenta un sonido que podría calificarse de muchas formas, yo voy a utilizar la que me parece más precisa: Rock. Lejos de pretensiones estrafalarias mantienen un sonido salido de los años noventa. Y no específicamente grunge. Bastante ajustados, con un vocalista-frontman que no parece tener miedo de tropezar y caer en medio de una pirueta, prometen bastante como número principal.
Lash Out muestra desde el principio una actitud que es determinante en su show: son los dueños de casa aunque toquen en Nueva Guinea. Controlan cada segundo del show con una exactitud que hace suponer un tiempo de ensayo sumamente prolongado. Debo confesar que no esperaba gran cosa de su set y realmente me sorprendieron.
Las guitarras forman una gran pared de ruido estilo Andrew Olham que les otorga una buena solidez a la hora de armonizar. Todo el que haya vivido la época de oro del punk rock en Buenos Aires sabrá perfectamente que lo mejor que ese tiempo dejó fueron los bateristas: la banda vuela sobre los rieles que les proporciona la precisión de un músico al que me hubiera gustado escuchar con un instrumento mejor.
En definitiva, Lash Out presenta un gran show con grandes canciones. Y eso es lo importante.

Donde ardía la marea

Mural de Aníbal Cedrón

Esta excelente obra puede apreciarse en el Centro Cultural de la Cooperación, en la biblioteca, 4º piso, de lunes a viernes, aunque en el horario restringido de 14 a 18 hs., pero vale la pena. La obra es similar a su precedente La mar estaba serena (1999). También recomiendo darse una vueltita por la página del autor: http://www.anibalcedron.com.ar/. Abajo, un comentario del artista.



Se cumplieron 40 años de la gesta histórica que fue bautizada como el Cordobazo, fruto de la unidad popular, en especial obrera y estudiantil, pero que supo atraer al conjunto de los sectores sociales vinculados a la producción y al trabajo. Otra característica de esa gesta fue la participación plural partidaria, de peronistas, radicales, comunistas e independientes, como lo reflejó la composición de los dirigentes tomados prisioneros por la dictadura encabezada por Onganía. También el estallido en Córdoba fue anticipado por otros levantamientos, como el estudiantil en Corrientes por el comedor universitario clausurado, o el Rosariazo. En aquel entonces, como dirigente estudiantil en la Facultad de Arquitectura –a la cual había ingresado porque tenía un proyecto estético como artista- impulsé y presidí la primera asamblea universitaria que rompía el silencio impuesto por la dictadura a punta de pistolas, desde la Noche de los Bastones Largos, cuando avasalló la autonomía universitaria, de la cual también fui protagonista y víctima en la Manzana de la Luces. Por eso, inspirada en el Cordobazo, mi pintura mural de 3 metros de alto y 2,5 de ancho, Donde ardía la marea, que integra el conjunto de los murales cooperativos de Carlos Alonso, Luis Felipe Noé, Rodolfo Campodónico y Carlos Gorriarena, que se exponen en el Centro Cultural de la Cooperación y fueron declarados patrimonio cultural de la Ciudad de Buenos Aires.

Una colección inteligente


Arte para chicos
Vali Guidalevich
Editorial Albatros, 2009
Plástica, 48 pp.

por Rubén Sacchi

¿Por qué titulo Una colección inteligente? porque entre tanto papel que se imprime reiterando hasta el cansancio idénticas formas en libros para niños, esta colección viene a cubrir una falencia de manera sabia y necesaria.
En un lenguaje propio del público a quien se dirige, pero de un nivel edificante, la autora y creadora de la colección, la educadora Vali Guidalevich, recorre la vida y la obra de artistas plásticos argentinos quienes, en primera persona, van repasando su vida, ubicándose en el contexto histórico en que les tocó vivir y haciendo referencia a otros aspectos que fueron torneando sus personalidades.
Al momento, dos títulos hacen punta en el proyecto y corresponden nada menos que a Xul Solar y Antonio Berni, grandes referentes de nuestra pintura.
La autora, próxima a doctorarse en Arte y Educación por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona, España, es especialista en gestión educativa por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (CLACSO). Egresada de la carrera de Diseño Textil de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires (FADU-UBA), donde además realizó el posgrado de la carrera docente.
La experiencia que desemboca en esta colección, la experimentó entre 1996 y 2002, en el Centro Cultural Recoleta y, además, diseñó, implementó y coordinó el programa educativo para chicos y adolescentes del MALBA entre 2001 y 2003. Además coordina “Arte para chicos” en la Fundación Esteban Lisa y desarrolla el programa “Pintando con los chicos” para empresas, organismos e instituciones, del que participaron más de 150 destacados artistas contemporáneos.
Los libros, ilustrados a todo color, están impresos con muy buena calidad y reproducen una interesante cantidad de obras de los plásticos involucrados más algunas frases textuales, que tienen el poder de acercar a los niños a sus sueños y puntos de vista a través de su propia palabra.

Le Villi

Le Villi
de Giacomo Puccini
Teatro Empire
Hipólito Yrigoyen 1934
Viernes 5 y 12 de junio, 21 hs.

por Rubén Sacchi

Que un marido parta en inesperado viaje inmediatamente luego de contraer matrimonio y que, pese al amor jurado y a la dolorosa y paciente espera de su abnegada consorte, le sea infiel no resulta hecho digno de mayor relevancia; que el cónyuge enviude durante su ausencia por culpa de la angustia ocasionada es materia de innumerables historias, más antiguas que La niña de Guatemala, pero que el fantasma de la esposa ronde tansformado en criatura de la noche y lo embosque para darle su merecido es buen tema para escribir una historia y así lo entendió el escritor francés Jean Baptiste Alphonse Karr, cuyo relato argumentó Ferdinando Fontana para la primera ópera que compusiera el célebe músico toscano Giacomo Puccini.
Resulta interesante la propuesta, llevada a cabo por la compañía lírica OperArte que agrupa músicos, bailarines, actores, cantantes y realizadores en un proyecto integral.
La obra, compuesta de dos actos, apela para su nexo a la intervención de un narrador que se muestra poco inspirado y que reaparece luego anunciando el fatal desenlace. También incluye algunos cuadros de ballet contemporáneo que agilizan la pieza y generan cierta carga dramática.
Muy bien se aprecia el trabajo de escenografía y vestuario, así como la iluminación y el acompañamiento musical que se reduce a sólo cuatro integrantes pero cubre perfectamente la atmósfera sin producir baches que distraigan la atención.
Las voces, de buen registro pero en idioma original, no permiten seguir en detalle la historia, por lo que hubiese resulado conveniente acompañar el programa con el texto traducido hecho que, se comprende, debe resultar un tanto oneroso para una compañía independiente.

Elenco
Soprano: Miriam Torres
Tenor: Uruguay Boghossian
Barítono: Roberto Falcone
Narrador: Darío Tripicchio
Dirección musical: Daniel Saito
Ensamble: Carlos Lezama (flauta traversa); Santiago Díaz (percusión); Eduardo Masón (teclados); Daniel Saito (piano)
Ballet: Vanesa Robles; Luna Sarsale; Laura Venosi; Agustina Vulcano; Ludmila Zinna
Regisseur: Giselda Mastrango
Puesta en escena: Darío Tripicchio
Producción General: Victoria Sarsale
Escenografía y Montaje: María Eugenia Cerrato
Vestuario: La Casa de la Opera y Nodesign
Maquillaje: Sonia López
Cámara: Belén Gasparini
Iluminación: Victoria Sarsale y Charlie
Prensa: Tropa Comunicaciones
Foto Las Villis: http://manuelavictorisosa.blogspot.com/

La Cantante Calva

La Cantante Calva
de Eugène Ionesco
Teatro El Búho
Tacuarí 215
Domingos 19:30 hs.

por Rubén Sacchi

"Acaricia un círculo y se tornará vicioso", es una de las frases que los personajes lanzan entre otras tantas de similar y aparente desconexión, pero puede ser la expresión que sintetice la obra por entero, que juega un efecto cíclico. La pieza, primera del rumano Ionesco, causó un escándalo en oportunidad de su presentación en mayo del 50 entre un público desacostumbrado a la ruptura de moldes, que aún restañaba las heridas de una Europa devastada por la Segunda Gran Guerra, pero fue recibida efusivamente por los patafísicos, admiradores de Alfred Jarry.
El aburrido matrimonio Smith, perteneciente a la aristocracia inglesa, recibe a los Martin, de similares características, con el fin de compartir una velada. Sus diálogos asumen características de monólogo, verdaderas manifestaciones de automatismo psíquico donde la incomunicación queda de manifiesto y la frivolidad ocupa todos los aspectos de su vida. La presencia de terceros -la mucama y el Jefe de Bomberos- no hace más que afirmar esa circunstancia, ya que sus intervenciones para provocar alguna reacción son reprimidas o ignoradas.
La palabra absurdo proviene del latín y significa sordo ¿qué mejor tendencia dramática para representar a la sociedad de post guerra y, por qué no, la actual, que vive de apariencias y en una aparente inmobilidad para no enfrentar las cuestiones profundas de la vida, que el Teatro del Absurdo?
Seis personajes se mueven en un escenario reducido en espacio y moblaje. Un par de sofás es todo lo que esta gente necesita para acomodarse a hablar y hablar de vivos y muertos. Hay un muy buen trabajo en general, parejo y destacable. Si bien el ámbito no es muy amplio, la dicción y altura de las voces funcionaría de maravillas en salas de mayor tamaño. El adecuado vestuario refuerza la idea de sinsentido y muestra el apego a las tradiciones hasta niveles de ridículo. Buen manejo de textos complejos y extensos, parrafadas quilométricas fluyen con soltura y hacen de la obra un disfrute que no cae en declinación de interés alguna.
¿Quién es la cantante calva? Nadie concretamente, es un intento de rescate del bombero que, luego de confirmar que en esos hogares "no queda siquiera un fueguito encendido", pregunta por alguien inexistente y a quien la reafirmación del absurdo le da entidad real.

Dirección y puesta en escena: Gabriel Molinelli
Asistente de dirección: Graciela Bonomi
Elenco: Cristina Tavano, Andrés Rojas, María Errecaborde, Sandra Camaño, Sergio Cambareri y Sergio Marinoff
Vestuario y escenografía: Miguel Nigro
Iluminación: Gabriel Molinelli
Música original: Marcelo Ferreyra
Realización de vestuario: Shirley Bentacur
Prensa: Castillo Arango