El petiso


El petiso

Eva Candendo
MB Editora, 2022
Cuento, 30 pp.

por Rubén Sacchi

La literatura infantil y juvenil ganó un merecido espacio en los últimos años y nos viene regalando trabajos entrañables. Ese es el caso de El petiso, libro que aborda la problemática de la niñez en un contexto diferente.

La historia nos habla de Tomás, un niño huérfano y amigable que se encuentra internado en una institución, y de Juan y Eduardo, una pareja que comparte su vida en un departamento de la ciudad. Las circunstancias harán que Juan y Tomás, a quien apodan El Petiso, se crucen, ese encuentro dará un vuelco en la historia de los protagonistas.

A través de esta historia sencilla y cotidiana, Eva Candendo se aventura en las cuestiones de género proponiendo una visión diferente, que resulta apropiada para trabajar en el marco del Programa Nacional de Educación sexual integral (ESI).

El libro, bellamente ilustrado por María Jesús Alvarez, se convierte en una herramienta indispensable para educadores y padres en el camino de dotar a los más pequeños de una mirada lo suficientemente amplia, como para abonar un mundo más inclusivo.

Anillo de luces


Anillo de luces

Juan Pablo Pisano Torres
Editorial 3+1, 2021
Cuento, 140 pp.

por Rubén Sacchi

Franz Kafka escribió el grueso de sus trabajos reflejando el clima opresivo del poder. Una atmósfera casi absurda, infranqueable, dominaba aquellos textos que dejaban una sensación de angustia e impotencia frente a lo que se mostraba inconmovible. ¿De dónde provenía esa visión de las relaciones humanas? quizás, el trabajo que ocupaba sus días como oscuro empleado en un estudio jurídico lo puso en contacto estrecho con el monstruo de la burocracia, produciendo obras como El castillo o El proceso.

Anillo de luces recrea en algunos de sus relatos ese clima de zozobra represiva y control social que, lejos de emular los célebres escritos del autor austrohúngaro, nos sumerge en ese desolador paisaje asfixiante. No creo en las casualidades: ambos autores egresaron de la carrera de abogacía.

Nueve historias cortas y una extensa, que da nombre al libro, componen la ópera prima de este escritor que se compromete con su tiempo. Las narraciones bucean en diferentes terrenos, pero invariablemente son atravesadas por las preocupaciones del autor: el poder y sus sinrazones, la maquinaria de la muerte y la pérdida de libertades están presentes como ese imaginario Gran Hermano que hoy hegemoniza el globo: el capitalismo.

Desde esa convicción, denuncia la inequidad y las miserias sociales, esa “oda a la meritocracia, que esgrimen cual balanza adulterada, en la que sopesan la capacidad de quien lo ha tenido todo versus las falencias de quien no ha tenido nada”. En línea con el prólogo, este libro “propone un encuentro con la lectura (...) desde una perspectiva que de algún modo nos comprende”.

Versamorfosis

Versamorfosis
Gustavo Santiago Morinigo
Tahiel Ediciones, 2021
Poesía, 78 pp.

por Rubén Sacchi

Que el arte posee un poder transformador es una verdad inobjetable. En particular la poesía, ese concepto tan inasible y materia de innumerables ensayos intentados para definirla, convierte lo vulgar de la existencia en un hecho único y colmado de magia. Morinigo avanza en ese proceso y encuentra su propia expresión de ruptura, su personal Versamorfosis. Sólo en la poesía pueden coexistir universos incompatibles en los que “espinas en las manos/ (...)/ donde solo susurran/ las mariposas desveladas”.

Adrián Terracciano, en su prólogo, afirma que “no es de merecer la palabra poesía”, en el sentido de que el vocablo es escaso para describir la obra. Sin ánimo de polemizar, creo que la contiene, la abarca y la define.

El poeta recurre para sus versos a los elementos naturales que nos rodean a diario. El sol, la luna, la nada, así como las nubes y el río son algunos de los disparadores de sus profundas reflexiones. Vuelve a los planteos que ocupaban la cosmovisión de las poblaciones originarias a sabiendas de que sólo en armonía con el entorno podremos lograr la plenitud. Capta y se apropia del entorno conformando “los vitrales de nuestro ser”.

Pese a eso, el cotidiano lo atormenta como a cualquier mortal y lo sumerge en la pesadilla diaria sin solución de continuidad. Manifiesta tener “el alma en catarsis” y vislumbra un “olviducto del recuerdo”, neologismo que quizás aluda a la memoria como el conducto por donde se va perdiendo el registro de nuestros recuerdos. Interpela “¿Qué podemos esperar del hombre?/ Si su conciencia/ se halla vedada/ del espíritu”, para más tarde proponer “construir tu propio paraíso/ a pesar de tantos infiernos que te rodean”.

El libro encierra un tenaz, un excesivo esfuerzo por vivir: “tanto viento sangra bajo las alas/ que volar no es placer”, pero abraza la esperanza proclamando “en ese compás/ de acorde disminuido el hombre se proclama/ ¡Vivo!/ A instancias de tanta muerte encendida”. Es que esta Versamorfosis, que hasta incluye un original cadáver exquisito, actúa sobre lo lúgubre y lo exorciza, lo hace a través de un conjuro sencillo y accesible, que late como propuesta superadora de toda mediocridad “A veces/ un soñador recupera sus ganas de sonar/ y/ sueña”.