Vida y muerte del Padre Mugica


Entre dos fuegos
Martín De Biase
Editora Patria Grande, 2009
Ensayo, 380 pp.

por Rubén Sacchi
Un proverbio oriental reza: “Las almas nobles son como el sándalo, que perfuma la mano de quien las hiere”. La vida de Carlos Mugica, el cura villero, tuvo algo de eso, una existencia dedicada a los más desposeídos y la lucha antiimperialista por medio del amor y la fe.
Más allá de las discusiones acerca de la eficacia del método, hubo algo innegable en su accionar: coherencia. Pero esa línea de pensamiento no nació con él, un niño con abolengo, sino que se forjó a través de las diferentes experiencias que atravesó, como su participación en el mayo francés y el proceso de liberación latinoamericano, que lo marcaron a fuego.
De esto, de las contradicciones permanentes entre su origen y sus ideas más las surgidas de su cercanía a la militancia nacionalista revolucionaria diametralmente opuestas a la ortodoxia eclesiástica nos habla Martín De Biase, repasando toda la vida del religioso y el Movimiento de los Sacerdotes para el Tercer Mundo, que tantos militantes diera a la causa popular.
También aborda las circunstancias que rodearon su asesinato a manos de la Triple A y el proceso de investigación para esclarecerlo, trayendo a la actualidad un pasado reciente que debe ser analizado y discutido para lograr una construcción superadora.

Adiós al maestro


Hombre preso que mira a su hijo
al "viejo" hache

Cuando era como vos me enseñaron los viejos
y también las maestras bondadosas y miopes
que libertad o muerte era una redundancia
a quién se le ocurriría en un país
donde los presidentes andaban sin capangas.
Que la patria o la tumba era otro pleonasmo
ya que la patria funcionaba bien
en las canchas y en los pastoreos.

Realmente botija no sabian un corno
pobrecitos creían que libertad
era tan solo una palabra aguda
que muerte era tan solo grave o llana
y cárceles por suerte una palabra esdrújula.
Olvidaban poner el acento en el hombre.

La culpa no era exáctamente de ellos
sino de otros mas duros y siniestros
y estos si
cómo nos ensartaron
en la limpia república verbal
como idealizaron
la vidurria de vacas y estancieros
y como nos vendieron un ejército
que tomaba su mate en los cuarteles.

Uno no siempre hace lo que quiere
uno no siempre puede
por eso estoy aqui
mirándote y echándote
de menos.

Por eso es que no puedo despeinarte el jopo
ni ayudarte con la tabla del nueve
ni acribillarte a pelotazos.

Vos ya sabes que tuve que elegir otros juegos
y que los juegue en serio.

Y jugue por ejemplo a los ladrones
y los ladrones eran policias.

Y jugue por ejemplo a la escondida
y si te descubrian te mataban
y jugue a la mancha
y era de sangre.

Botija aunque tengas pocos años
creo que hay que decirte la verdad
para que no la olvides.

Por eso no te oculto que me dieron picana
que casi me revientan los rinones
todas estas llagas hinchazones y heridas
que tus ojos redondos
miran hipnotizados
son durisimos golpes
son botas en la cara
demasiado dolor para que te lo oculte
demasiado suplicio para que se me borre.

Pero también es bueno que conozcas
que tu viejo calló
o puteo como un loco
que es una linda forma de callar.
Que tu viejo olvidó todos los números
(por eso no podria ayudarte en las tablas)
y por lo tanto todos los teléfonos.

Y las calles y el color de los ojos
y los cabellos y las cicatrices
y en qué esquina,
en qué bar,
qué parada,
qué casa.

Y acordarse de vos
de tu carita lo ayudaba a callar.
Una cosa es morirse de dolor
y otra cosa es morirse de verguenza.

Por eso ahora
me podes preguntar
y sobre todo
puedo yo responder.

Uno no siempre hace lo que quiere
pero tiene el derecho de no hacer
lo que no quiere.

Llora nomás, botija
son macanas
que los hombres no lloran
aqui lloramos todos.

Gritamos, berreamos, moqueamos, chillamos
maldecimos
porque es mejor llorar que traicionar
porque es mejor llorar que traicionarse.
Llorá
pero no olvidés.

Ciri, el buscapiel


Crónicas urbanas
Sergio L. Cirigliano
Editorial Galerna, 2009
Relato, 176 pp.

por Rubén Sacchi

Eter es un vocablo acuñado por los antiguos griegos: aithēr, que define al cielo y proviene de raíz la indoeuropea aydh, que significa fuego. No creo en las casualidades, pero que las hay, las hay, sino basta ver el maravilloso poder de síntesis de este bisilábico que unifica en sí mismo ambas caras de la eternidad.
El éter era el maravilloso fluido que respiraban los dioses en contraposición al pesado aire que alimenta los pulmones de los sufridos mortales y hasta el filósofo Aristóteles lo ubicaba por encima de los famosos cuatro elementos de la naturaleza en lo que denominaba el mundo supralunar. Pero hoy es una acepción cotidiana a la que debemos muchas cosas, desde ethernet hasta el mayor invento contra la soledad: la radio.
La radio es esa cajita mágica de la que salen música, sonidos y, por sobre todas las cosas, palabras. Palabras que cuentan, significan y resignifican; inducen, mienten y conmueven; forman e informan. Es uno de los pocos inventos que está al alcance de casi todos.
Escuchar un programa de radio genera un acercamiento entre emisor y oyente. Las voces se hacen tan cotidianas como la más familiar y hasta inventamos rostros que las contengan. Pero, para quienes venimos de las letras impresas, lo que sale del pequeño altavoz se pierde y vaga por ese inmenso e improbable espacio, es por eso que la aparición de libros como Ciri, el buscapiel es festejada con entusiasmo.
Sergio Cirigliano es docente de Producción en escuelas de periodismo y se desempeña como columnista de varios programas radiofónicos, entre ellos: Cuál es?, que transmite la FM Rock & Pop y conduce el popular Mario Pergolini. De la reunión de esas intervenciones surge este primer volumen. Ciri, alter ego del autor, es una mezcla extraña de psicólogo, filósofo y hasta esboza cierto vampirismo en el ritual de nutrirse de vidas ajenas para dar sustento a la propia. Su ropa consiste en las diferentes pieles con que se atavía y que trasunta en este interesante libro.
Los textos, presentados a manera de “guiones literarios”, abordan los temas más diversos haciendo desfilar al gitano Sandro, una estatua viviente, los desaparecidos y hasta un gato llamado Sandokán. Hay imaginación, ternura y magia, todas situaciones que confirman las palabras de Terencio: "...nada de lo humano me es ajeno".

Diario de paso


Diario de paso
César Cantoni
Ediciones Hespérides, 2008
Poesía, 56 pp.
por Rubén Sacchi

Dejar constancia en un diario, como quien da testimonio de su vida y su entorno. Cotidianizar la poesía en el día a día como el ritmo del reloj que marca el tiempo de nuestra alma y, sin embargo, profundizar las imágenes que de ella surgen, nutrirlas de sentimientos y comprmiso, para luego socializarlas en el más amplio sentido de la palabra. Echarlas luego a volar y, de esa manera, universalizar la experiencia y agregar al logos nuestro singular punto de vista.
Esa es, en definitiva, la idea que transmite la lectura de Diario de paso, un interesante volumen de poesía que se devora de un tirón. El autor lo estructuró a manera de bitácora, encabezando cada poema con la fecha y titulándolo al pie.
Para los amantes del género es una alternativa recomendable, poesía de la que llamo "visual", explícita y profunda. Aquí va una muestra:
18.05.05
“Dichosos los no nacidos”,
decía mi abuela española,
que no había leído a Sófocles
-que dijo más o menos lo mismo
de un modo perdurable-
y que una vez abandonó su patria,
envuelta en el humo de los bombardeos,
para morir republicanamente en ésta,
triste y cansada de la vida,
con la fe intacta en la nada.
(Decía mi abuela española)

Bajo contínuo


Bajo contínuo
Marcos Silber
Ediciones El Mono Armado, 2008
Poesía, 144 pp.

por Rubén Sacchi

Cuando hablamos de poesía argentina es imposible obviar el nombre de Marcos Silber, uno de los más grandes poetas vivos que recorren las páginas de nuestra literatura.
Sigo su poesía desde que, en los años 70, leí Dopoguerra y Ella y aseguro que es adictiva. Este trabajo no escapa al estilo que nutrió otros anteriores: una conjunción de belleza y compromiso, pero en él se evidencia una madurez estilística, una precisión del lenguaje que maravilla y cuya búsqueda confiesa en Palabra II: "Montada en yegua de fuego transparente / llamará a mi puerta la elegida; / acudirá la nombrada la pedida / querida y requerida, la mucho deseada".
El autor de Cono de sombra y casa de pan nos entrega este último trabajo en cuidada edición, pero quienes sean asiduos compradores de la excelente revista de poesía La Guacha o aquellos que la encarguen a su canillita, con su Nº 30 recibirán un ejemplar de obsequio.
De yapa, un poema de Bajo contínuo:
Cantos
Nadie más lo oye;
por eso el oleaje
en los labios del rotoso;
baile, fiesta en su boca.
Sólo él los oye.
Claro, nadie se arrima
(la miseria espanta, vio?)
Nadie preguntará por qué sonríe y asiente,
ni a que viene
la contentería esa en sus ojos.
El gesto, de señor.
De gran señor.

La pintura de Lautaro

El Aleph
Muestra de Lautaro Dores
Manzana de las Luces
Perú 294. Del 28 de abril al 9 de mayo
por Rubén Sacchi

En la Manzana de las Luces se expone una muestra de pintura singular: El Aleph, de Lautaro Dores. Según palabras del autor "es una conjunción entre diversas técnicas preestablecidas -si es que éstas en realidad existen- pero nos es útil este sistema para poder definirlas, a saber: expresionismos (abstracto y figurativo), action painting o goteado, pop art, arte sinético, fobismo y collage. Por esta mélange de técnicas, tiempos y espacios, me pareció lo más preciso denominarla Aleph". Esta diversidad de técnicas a que refiere al autor enmarca también múltiples estilos, tal vez provenientes de diferentes períodos de su creación, vemos representaciones abstractas y figurativas, pero entre estas últimas hay una serie con influencias decididamente naif.
Así como existen diversas teorías referentes a la creación del universo, Lautaro tiene la propia en cuanto al suyo: "la obra más grande de la serie es redonda... un punto en el espacio, en el que confluyen todos los tiempos y todos los lugares, quizás el punto que dio origen al big-bang".
Quienes la recorran no disfrutarán los generosos vinos que acompañaron la inauguración, pero sí podrán envolverse en una atmósfera de complejas y agradables sensaciones.