Esa mueca siniestra de la suerte
Angela De Sensi
Umbrales Ediciones, 2017
Novela, 155 pp.
por Rubén Sacchi
Si “Dios no juega a los dados”, como gustaba decir el científico Albert Einstein, las matemáticas que rigen la Ley de Probabilidades demuestran que todo puede ocurrir, siempre y cuando los elementos participantes ocurran en coincidencia. En esa curva azarosa coinciden los protagonistas de Esa mueca siniestra de la suerte de manera inocente sin intuir que, tras esa partida, sus vidas cambiarán radicalmente.
La familia, el matrimonio como su base de sustentación y la fidelidad son los tópicos disparadores de la historia. El origen de la familia puede hallarse en un sistema patriarcal y una cultura represiva, para preservar e incrementar privilegios y patrimonios. La única manera de que una mujer pueda sortear esa barrera es logrando su independencia económica. No es el caso de Nina, una joven estudiante, de ideas liberales, pero que goza de una sólida posición junto a un exitoso abogado.
La autora escribe: “Hay que inyectarse cada día de fantasía para no morir de realidad”, y en ese espacio ideal todo parecerá funcionar de maravillas, hasta que aquella maldita ley esboce el gesto gardeliano que lo oscurezca todo.
La novela, bajo el formato de un policial, interpela acerca de lo que une a las parejas, la lealtad que refuerza ese vínculo y las consecuencias de sostenerlo más allá del amor y del deseo. Una frase de Frida Khalo expresa las secuelas que produce la ausencia de sinceridad y el consecuente engaño: “lo más triste de una traición es que nunca viene de un enemigo”.
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