Crónicas de muertes dudosas


Crónicas de muertes dudosas
Bruno Di Benedetto
Ediciones En Danza, 2011
Poesía, 110 pp.

por Rubén Sacchi

Crónicas de muertes dudosas es una sucesión de relatos de vida en forma de poema. Sin embargo, la obra excede el género y la lírica es sólo una de las tantas estructuras posibles que el autor eligió para plasmarlas. Como sea, el hecho estético se logra maravillosamente.
¿Qué tienen en común las historias que acerca Bruno Di Benedetto? Ellas hablan de personajes que hacen a la Historia, pero la escriben de manera casi anónima, desde sus suburbios, con ese trazo demorado, perezoso de los días de la existencia. También desde la transgresión ya que, en algún momento, hay una pared que se salta. Otra cualidad común es la de estar atravesadas por la desgracia y la muerte.
Los escenarios en que se desarrollan van, desde la ribera bonaerense hasta las costas de la meseta patagónica y el Océano Atlántico es mudo testigo de ellas. El agua siempre presente, como un universo infinito.
¿Por qué las muertes de estos infelices son dudosas? Quizás porque dudosas son sus vidas y solo pueden derivar en esa suerte (pocos o nulos datos encontramos de su paso por este mundo). Tal vez porque sus historias son comunes a otras que se seguirán sucediendo hasta el fin de los días.
También podríamos encontrar una respuesta en las palabras de uno de los personajes del libro, Sir Thomas Doughty, quien dice: “No es cierto entonces/ que el alma es desalojada del cuerpo/ en el momento de morir./ No, el alma es pájaro asustadizo/ y lo abandona un tanto antes./ El cuerpo queda sólo con la apariencia de la vida,/ animado por sus humores y electricidades/ y, temo tener que decirlo,/ por miedo a la inmovilidad,/ su enemiga natural”.
Quince personajes desfilan por este trabajo delicadamente concebido, desde un relojero suizo que, enloquecido, vino con sus engranajes a Carmen de Patagones; un portugués asesino y avaro; una familia de Gales signada por la desgracia, hasta un hachero que escucha las campanas de la muerte. También los hay universales, que en la narración abarcan la suerte que sufrió todo un pueblo, como los esclavos africanos, nuestros originarios o los combatientes revolucionarios; ellos más un hipotético heredero de Jorge Luis Borges, único relato fechado en el futuro (agosto de 2036). Son ellos quince y una pluma que, con maestría, viene a contarnos cómo fue que vinieron por aquí a dejar sus huesos.

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