La señorita Julia
de August Strindberg
Teatro La Tertulia
Gallo 826, C.A.B.A.
Domingos 21 hs.
por Rubén Sacchi
"... en la noche de San Juan,/ cómo comparten su pan,/ su mujer y su gabán,/ gentes de cien mil raleas.// Apurad/ que allí os espero si queréis venir/ pues cae la noche y ya se van/ nuestras miserias a dormir..." nos dice la canción Fiesta, de Joan Manuel Serrat, y pinta maravillosamente el marco donde se desarrollará la historia de La señorita Julia. Claro, la obra original no fue concebida en España, pero la celebración y temáticas resultan tan universales que la pieza no dejó de representarse desde su estreno en 1888.
El armazón de la historia es simple: una joven de la nobleza, bella y aburrida, que por las noches sueña con bajar hasta el fondo más abyecto de la condición social. Acostumbrada a realizar sus caprichos, aprovecha los festejos para mezclarse entre la plebe y seducir a un sirviente. Y he allí el primer escollo, que el hombre en cuestión experimenta sueños opuestos, el de elevarse en la escala y salir de ese agujero. Para ello, y pese a las apariencias, no tendrá escrúpulo alguno.
Un fresco interesante de la diferencia de clases, la hipocresía y la condición humana, que pone de manifiesto las miserias que uno y otro -seguramente desde intereses diametralmente opuestos, como lo son el divertimento y el instinto de supervivencia- oculta en su yo profundo y salen a la luz cuando el momento lo propicia, dejando entrever los traumas que carga la vida y cada quien acarrea como mejor puede. Es un relato, también, de lo aparente, donde nada es tal cual uno lo concibe y a esta muchacha, cual la Viridiana de Buñuel, no le irá demasiado bien saltando la tapia.
Buenas actuaciones del terceto, con un Augusto Britez sólido que maneja la voz y el espacio con solvencia y se pone a la altura que el personaje requiere. La escenografía y el vestuario fueron escogidos cuidadosamente y son acordes a la época. Luces y sonido tan sencillos como efectivos, acompañan sin estridencias la actuación, agregando los acentos justos y un punto que nos recuerda el final de la canción: "Se acabó,/ que el sol nos dice que llegó el final./ Por una noche se olvidó/ que cada uno es cada cual.// Vamos bajando la cuesta/ que arriba en mi calle/ se acabó la fiesta".
Elenco:
Juan: Augusto Britez
Señorita Julia: Laura Sardin
Cristina: Graciela Bonomi
Equipo:
Vestuario: Cristina Tabano
Estenografía y diseño de iluminación: Jorge Leiba
Maquillaje y peinado: Silvia Savaglia
Diseño gráfico: Dante Rodríguez
Fotografía: Ana Devanna y Mariana Varela
Prensa: Laura Castillo.
Música original: Marcelo Ferreyra
Asistente de dirección: Cristian M. Alvornos
Versión y Dirección General: Gabriel Molinelli
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