Los que aúllan son lobos

 Los que aúllan son lobos
de Alan Cabral
https://www.youtube.com/watch?v=_6wLaRMl3K8&l=14s
Página web del Teatro Nacional Cervantes/Cervantes On Line


por Eva Candendo

Con el comienzo de la pandemia en 2020, el Teatro Nacional Cervantes y el Instituto Nacional de Teatro, en el marco del proyecto Nuestro Teatro Federal, impulsaron un concurso para seleccionar obras breves no estrenadas, de autores argentinos, con el fin de llevar a cabo la puesta y ser registradas en soporte audiovisual. Así, se estrenó y se puso a disposición del público en la plataforma Youtube, entre ellas, Los que aúllan son lobos, a la que nos referiremos.

Un joven vive encadenado en la cocina de su casa, un cuarto pequeño y gris. Quien lo tiene en ese estado de animalidad y servidumbre es su propio padre que, además de golpearlo, lo obliga a realizar las tareas de limpieza y cocina en el radio de los trece pasos que puede dar, los que le permite la longitud de la cadena. El joven no habla, no necesita contestar a las órdenes de su padre, a quien teme, pero las palabras están en el centro de su ser. La aparición de un lobo herido que su progenitor lleva a la casa cambia la relación de fuerzas y le hace pensar en una posible libertad.

La sociedad occidental, antropocéntrica, privilegia al ser humano, señalándolo como superior en la escala zoológica, mientras que considera al resto de la naturaleza como cosas a su servicio. Además, cataloga a algunas especies, como “fieras salvajes” a las que es preciso aniquilar, entre ellos los lobos. En nuestra cultura, los únicos seres capaces de ser sensibles y amar, somos los humanos. Sin embargo, el protagonista de la obra es víctima de la violencia desatada por su propio padre y encuentra en una manada de lobos la contención que no tuvo quien debía dársela. Ésta es, en palabras de la directora Mariana Ortiz Losada, la historia de “un crimen cometido antes de que suceda”. Pero también es la denuncia de una humanidad que mira para otro lado y llega siempre tarde. Ante los hechos consumados, solo sabe juzgar.

La dramaturgia de Alan Cabral, joven escritor de la localidad de Lanús, es cruda y descarnada, sin metáforas. Damián Cegarra Anze lleva sobre sus hombros a esta joven víctima con una solvencia arrolladora. Su monólogo, que se desarrolla en un cuadrado pequeño como la habitación en la que estaba prisionero, se acompaña con un excelente y preciso trabajo corporal. Los dos actores que asumen el papel de cancerberos, y la música en escena, crean un desesperado clima opresivo. Con escenografía mínima y sencillo diseño de luces, la directora ha creado una obra de excepcional calidad.

Actúan:
Damián Cegarra Anze, Julián Riveros, Pablo Szakiel, Augusto Monk
Equipo creativo: Guillermo De Blas, Guillermo Roig, Mariana Ortiz Losada
Música original en vivo: Augusto Monk
Diseño y puesta de luces: Mariana Ortiz Losada
Producción: Agostina Lotito
Autor: Alan Cabral
Dirección: Mariana Ortiz Losada

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