Luna y Estrella para un Sahara Libre


Luna y Estrella para un Sahara Libre

Antología. Varios autores
Comisión de Solidaridad con los Pueblos en Lucha, 2022
Poesía, 166 pp.

por Rubén Sacchi

“Cuando la verdad no sirve, / la justicia se pierde / y la esperanza es un mala palabra”, rezan los versos del poema La poesía no alcanza, de Roberto Romeo Di Vita, iniciando una lista de 57 poetas de alrededor de veinte países de Latinoamérica, Africa y Europa. ¿Qué lleva al vate a expresar esa limitación? Nada más ni nada menos que 138 años de coloniaje.

Para entender esto, aquí corresponde hacer un breve repaso de la cuestión del Sahara Occidental, cuyas tierras fueron colonizadas por España en 1884 y que no veremos en los partes cotidianos de noticias. Luego de soportar décadas de dominio y pretensiones de ocupación por Mauritania y Marruecos, siempre sojuzgando la voluntad del pueblo saharaui, Naciones Unidas, a través de la Resolución 1514 de 1960, dispone la independencia de los territorios colonizados, para lo que se propone un referéndum que jamás se realizaría.

Tras la denominada Marcha Verde, en 1975, Marruecos ocupa el Sahara y a partir de allí, contra todo proceso de paz, pretende imponer su dominio provocando el éxodo de miles de pobladores locales que huyen de la más cruenta represión y violación de sus derechos humanos.

Hoy, el gobierno saharaui está en manos del Frente Polisario, que procura por todos los medios la liberación e independencia de su territorio y el retorno del pueblo forzado al exilio, que desea vivir en paz y bajo sus propias leyes y organización.

En esta apretada síntesis, podrá entenderse la sentencia que inicia el texto. Es que es mucho el sufrimiento de ese pueblo para caber en un libro de poemas. No obstante, el intento es válido y de gran fuerza moral para que la otra parte, la que se manifiesta en la lucha decidida, tenga su contrapartida en la solidaridad entre los pueblos.

Los poetas le cantan a la paz y a la libertad, dos valores que hoy resultan banderas irrenunciables en medio de una humanidad que ha perdido su norte, imantada por los designios del capital. Así lo expresa el argentino Sebastián Jorgi: “escribamos poemas con balas de agua fresca / para que la palabra liberté tenga sentido” o la mexicana Oralia López Serrano: “Voces antiguas estremecen, exigen / paz, justicia entre el sol y la arena”; también la voz saharaui de Limam Boisha: “No te quedes, esperanza, en tu escondite. / Elévate azul, verde, acaso blanca. / Que el destino alumbra el destino” o la del cubano Reinier Valdéz Rodríguez: “Allá donde todo es nada / y nada es más que la vida”.

Hay libros oportunos, los hay necesarios y también urgentes. La antología Luna y estrella... reúne las tres condiciones. Los poemas están acompañados de una reseña del conflicto y algún texto que nos interioriza en la problemática. El prólogo, de la canaria Maribel Lacave, incluye un acápite que reza “Cada libro que podamos compartir borra un trozo de esa línea imaginaria, llamada frontera, que separa a los pueblos a pesar de sí mismos”. Si este volumen lo logra, su edición tiene sentido.

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