Siguiendo al conejo


Siguiendo al conejo
de Leónidas Lamborghini
Paradiso Edicones, 2010
Poesía, 56 pp.
.
por Rubén Sacchi

Una imaginaria tertulia five o‘clock entre Lewis Carroll y su famoso personaje, Alicia. Como si se desarrollara, tras bambalinas, una charla entre el autor y el actor de una obra de la que ninguno de ambos tiene muy clara idea e intentan encontrar su significado.
A través de un inteligente ping pong (como el tic tac del reloj) de respuestas e interrogantes, desarrollan un juego de palabras cuyo tema central es el tiempo.
La locura y el infierno comparten un espacio que domina la charla, muy lejos del maravilloso mundo que creara el escritor inglés: “si no es loco no es verdad”.
Un aire de absurdo ronda el diálogo y nada es lo que parece. “Una sola palabra puede cortarte la cabeza si dices perecer por parecer”.
El hermetismo y el juego son características de la obra de Lamborghini, pero en esta ocasión no se ocupa de la problemática nacional ni de sus movimientos populares, sino de temas que ocupan el alma humana desde los albores de la humanidad.
Siguiendo al conejo se lee rápido, pero es un libro que requiere, y tiene, más de una lectura. No obstante, la clave la da el autor: “Si quieres entender una cosa del todo, no la entenderás jamás”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario