Poesía Militante
Antología personal (1958-2014)
Saúl Ibargoyen
Editorial Serapis, 2015
Poesía, 124 pp.
por Rubén Sacchi
“Qué sangre encontrarás que sea/ solamente la tuya?”, tal es la línea rectora de la poética de Saúl Ibargoyen, vate de la vecina orilla que, como tantos otros de allí y de aquí, debió exiliarse para poder seguir escribiendo; se interroga: “Quién eres tú/ Después de todos los año/ Usados en pensarte?”.
El poeta, crítico del sistema capitalista imperante, arremete contra la farsa “Pensando en la Democracia/ Que a cada individuo da lo justo:/ Miseria coca-cola o dividendo” y desnuda a la clase política y eclesiástica disparandole duras metáforas, porque “Los templos masacran neuronas/ Y siegan orejas y torpes conciencias”.
Recorre pasados desolados, como el Japón devastado por la bomba atómica o los campos de concentración nazis, pero su palabra se emparenta en tiempo y geografía cuando, rememorando las jornadas de diciembre de 2001 en Argentina, pregunta: “¿Quién se pondrá/ la ropa rajada de los muertos?”. También denuncia, a través de la catástrofe de Haití, el “pretexto de conquista actualizada” encarado por las Naciones Unidas y la hipocresía del aséptico televidente con su “lamento vacío en pantallas sangrientas”.
En estas páginas no encontraremos la palabra dicha desde un pedestal, el hombre habla desde el llano y se confunde entre otros hombres, aprehende de ellos cuando determina: “Debo salir a buscar entre nosotros/ El alimento que todos necesitan”. Se carga de desesperanza cuando afirma que “en los fulgurantes fotones de cada mañana/ Hay coágulos de luto que no dejan de caer”, para inmediatamente decidir que “Ni existen soberbios poderes/ Que un viento de abajo no destruya”, en relación al genocidio en Palestina.
Poesía militante, un título tan directo disparado al corazón de una sociedad frívola y desideologizada, nombra un libro necesario contra esa corriente de pensamiento que nos habla de la felicidad hueca, para unos pocos seres humanos, mientras a nuestro alrededor “Suceden niños con ojos/ Adónde nunca llegará el mar”.
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