El chico que relataba partidos de fútbol

El chico que relataba partidos de fútbol
Pablo Di Pietro
Ediciones Del Dragón, 2017
Novela, 128 pp.

por Rubén Sacchi

En casa hay una vieja radio de madera que era de mis padres. Cuando paso cerca y la miro, siento aún el eco de las palabras que salieron aquel día de su parlante: “Si quieren venir, que vengan, les presentaremos batalla”. La sentencia, más cercana a la bravuconada que a la gesta heroica, era proferida por el dictador Leopoldo Fortunato Galtieri y se refería al Reino Unido. Era el 10 de abril del 82, a poco más de una semana de ocupadas las Islas Malvinas.
La guerra de Malvinas es un tema recurrente, tanto en el cine como en la literatura contemporánea. Lo difícil no es abordar el tópico sino hacer una historia novedosa.
El fútbol, como todas las grandes pasiones populares, es utilizado por los estamentos del poder para manipular a las masas, pero su práctica no deja de encerrar un despliegue de destreza física y, en casos contados, cierta exuberancia artística. De ahí que su público incluya un gran número de intelectuales que saben leer la entrelínea de la noticia y pueden separar, como dice el vulgo, la paja del trigo.
Di Pietro desarrolla una historia tan entrañable como el personaje que la habita. Recorre la etapa que comenzó con el regreso de Perón y que forjó dos generaciones de revolucionarios, a los que sólo pudo frenar un plan de exterminio. En ese trayecto, se detiene en hitos cotidianos: el egoísmo; el despertar del deseo; la religión y “su reparto habitual de miedos” o el servicio militar obligatorio en que recuerda a “un sargento (...) Te cagaba a palos, pero qué tipazo, che”. Todas esa vivencias son atravesadas por el fútbol, ya sea con el ardor del hincha, la efusividad del relator o la expectativa del jugador, que ve en ese deporte su modo de vida.
Un buen libro para estos tiempos en que un submarino puede desaparecer sin dejar rastros, cerca del archipiélago austral y que en nuestro puerto amarran buques ingleses custodiados por ­nuestra propia tropa. Hoy, hablar de Malvinas resulta una tarea indispensable.

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